MÉJICO- El pasado fin de semana se cumplieron 500 años del fin de la conquista y la posterior evangelización de nuestras tierras, dando comienzo así a la Cristiandad que bajo el signo hispánico se consolidó en nuestra Patria.
El mismo día de la festividad de San Hipólito y San Casiano, patronos de la Ciudad de Méjico, daba inicio a la histórica jornada la Santa Misa Tradicional en la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe oficiada por el R. P. A. Gardere, quien con su prédica nos exhortó a mantener la Fe traída por los conquistadores durante el Virreinato de la Nueva España; para finalizar, bendijo el Pendón, el mismo que sería estrenado al día siguiente.
La jornada del sábado 14 de agosto, comenzó a la hora sexta, cuando los participantes de los distintos Círculos de la Ciudad de Méjico, Valladolid de Michoacán y Toluca, se congregaron a las afueras del histórico Palacio del Ayuntamiento, ataviados con la boina roja, las imprescindibles banderas con la Cruz de San Andrés y un estandarte Cristero, insignias que acompañarían al Pendón Real.
El ambiente en las inmediaciones del Centro Histórico se encontraba bajo los efectos de la ideología del indigenismo oficialista, representado con la risible artificial pirámide azteca.
Después de unas breves palabras del correligionario Alexander G. Becker, se inició el Paseo histórico del Pendón bajo la mirada extrañada de los transeúntes, pues ante ellos pasaban familias con niños igualmente uniformados con las boinas rojas o blancas según correspondía.
Se pasó por la Iglesia de la Profesa y el Antiguo Convento de San Francisco el Grande, hasta llegar a las ruinas de lo que fuera el portentoso convento de Corpus Christi frente al llamado Hemiciclo de Juárez dónde se rezó un Acto de Reparación por todos los ultrajes cometidos en 200 años de liberalismo y extravío de las almas.
Continuando y acelerando un poco la marcha, el contingente del Pendón cruzó la Alameda hasta llegar a las inmediaciones de la histórica Iglesia de San Hipólito, dónde el correligionario Leonardo Villafaña arengó a los correligionarios con unas palabras con los fundamentos históricos del Paseo del Pendón y finalizando con ¡vivas a Don Hernán Cortés!
Seguidamente se asistió a la Misa Tradicional, esta vez oficiada por el R. P. Javier Ruíz Velasco, con la Iglesia engalanada, con coro y órgano, pues desde hacía varias décadas que no se tenía la Santa Misa Tridentina. Entre la música de la liturgia se escucharon el Vexilla Regis y la Marcha Real, y durante el sermón, el Padre Ruíz Velasco recordó que el fundamento de las espadas de los conquistadores, se encontraba en el amor de caridad de los misioneros para con los indios. La Misa sorprendió a los feligreses que allí se encontraban, muchos de los cuales conocieron la belleza de la Liturgia Tradicional por primera vez. Como canto de salida se entonó el Oriamendi.
Para finalizar el día, tuvo lugar una comida de hermandad.
Quiera Dios que seamos nuevos labradores indios, aquellos que, como aquel, que se apareció en el sueño del Tlatoani Moctezuma, le imprecó por su insensibilidad; que nuestra tea siempre sea para destruir los fundamentos del liberalismo y las flores de la otra mano, sean siempre para pedir a nuestra Madre del Cielo las gracias necesarias obtenidas del Buen Dios, para proclamar su Reino hasta el Triunfo del Inmaculado Corazón de María.
¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Hispanidad! ¡Dios, Patria y Rey!
Agencia Faro, Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta de Méjico.