Aniversario de la primera vigilia de la Adoración Nocturna Española

Monumento a Luis de Trelles en Vivero. Commons

Hoy recordamos la efeméride de la primera vigilia de la Adoración Nocturna Española, celebrada en el extinto convento de los padres capuchinos de San Antonio del Prado, frente al Congreso de los Diputados.

Fue Luis de Trelles y Noguerol (1819-1891), durante un viaje a París para asistir a la asamblea internacional de las Conferencias de San Vicente de Paúl (a las que tantos carlistas, como el mismo Trelles, pertenecieron), quien conoció la Adoración Nocturna francesa fundada por el sacerdote carmelita Hermann Cohen, tomando entonces el insigne vivariense la decisión de establecerla en España.

Y así se hizo: una vez reunidas las licencias y permisos oportunos, los caballeros Juan de Montalvo, Pedro Izquierdo, Manuel Silva, Miguel Bosch, Manuel Maneiro y Rafael González, liderados por Luis de Trelles, celebraron la primera vigilia en la noche del sábado 3 al domingo 4 de noviembre de 1877. Fueron los primeros adoradores nocturnos españoles. Desde entonces en adelante, Luis de Trelles iniciaría una infatigable labor de apostolado eucarístico, acaudillando adoradores y fundando turnos y secciones por toda España hasta el final de sus días (la muerte le encontraría en Zamora durante una visita a la sección de adoradores de aquella diócesis). Por esta y otras labores, como la dirección y redacción prácticamente en exclusiva de la revista La Lámpara del santuario, es considerado el Apóstol de la Eucaristía y ha sido declarado Venerable por la Iglesia en un paso más hacia su beatificación.

La ANE y los carlistas

Movidos por el celo apostólico de su correligionario, fueron muchos los carlistas que ingresaron en las filas de la Adoración Nocturna Española, hasta el punto de que sus vigilias fueron perseguidas por los gobiernos liberales bajo la sospecha de ocultar supuestas conspiraciones carlistas. Ya en la fundación del Centro Eucarístico de Madrid, el embrión de la ANE, junto a Luis de Trelles se encontraban, entre otros, el Conde de Orgaz y el Coronel de Estado Mayor Gregorio de Neira y de la Puente (hijo de Miguel de Neira y López, antiguo Secretario General de Intendencia del ejército carlista y habitual colaborador de esta cabecera, el periódico La Esperanza, del que llegaría a ser administrador). Tan estrecho fue el vínculo del carlismo con la ANE que los carlistas más veteranos aún recuerdan cómo las reuniones locales de adoradores a menudo coincidían con las juntas locales de la Comunión.

Más doloroso, sin embargo, es el recuerdo de los adoradores mártires de la persecución religiosa (1936-1939). Entre sacerdotes, religiosos y seglares, adoradores sinnúmero murieron asesinados a manos de los rojos durante la Cruzada, muchos de ellos carlistas, como los mártires adoradores de Castellón. Todos ellos dieron fiel testimonio de las palabras de su fundador: «Abandonar el puesto de peligro en días de prueba es, cuando menos, infame cobardía y falta de fe».

La ANE hoy

Hoy la Adoración Nocturna Española no es ajena al invierno eclesial que padecemos: falta de adoradores, incumplimiento de los estatutos, vigilias desnaturalizadas… Lo expresó Dña. Carmela Pérez Bustelo, de la Fundación Luis de Trelles, en el memorial que se celebró recientemente ante los restos del Venerable en la Catedral de Zamora. En la invocación al fundador de la ANE pidió «por la falta de compromiso de los adoradores y adoradoras que, con la excusa de actualizarla, lo que hemos hecho es desnaturalizarla y adaptarla a nuestras comodidades, alejándonos del carisma con que tú la fundaste».

La pandemia, desde luego, no ha mejorado la situación: los arbitrarios confinamientos y toques de queda, declarados a posteriori inconstitucionales por el Tribunal Constitucional, han impedido el desarrollo normal de las pocas vigilias nocturnas que aún cumplían con los horarios reglamentarios. Algunas se han instalado en la «nueva normalidad» y probablemente se acomoden en ella.

Agencia FARO