***Publicamos a continuación la crónica de la conferencia pronunciada para las integrantes del Círculo de Lectura «Tradición». Adriana Román, que se encontraba entre quienes asistieron al acto, ha tenido la gentileza de enviarnos este relato***
El pasado sábado 23 de octubre varias decenas de personas tuvimos la fortuna de asistir, a través de la plataforma Zoom, a la conferencia impartida por Elena del Rosario Risco Donaire como parte de las actividades del grupo Círculo de Lectura Tradición, en la cual se analizó el libro «Isabel de España» (Ayer y hoy de la historia) del escritor inglés William Thomas Walsh.
Elena del Rosario Risco Donaire es Licenciada en Derecho y Filosofía y abordó el tema con una gran naturalidad, elocuencia y familiaridad, por lo que los asistentes tanto de España, Argentina, Chile, México, Guatemala, etc.; nos sentimos en un ambiente muy cómodo y cordial, entre amigos.
Con una gran agilidad de pensamiento, Elena comenzó mencionando algunas fechas importantes de la biografía de la Reina Isabel; su fecha de nacimiento (22 de abril de 1451), año en el que contrajo matrimonio con Fernando de Aragón (1469), fecha de nacimiento de sus 5 hijos, la Guerra de Sucesión (1475), la Santa Inquisición (1480), Descubrimiento de América, Reconquista de Granada y Expulsión de los judíos (1492), así como su muerte en 1504 a la edad de 53 años.
Posteriormente desarrolló su exposición analizando diversos puntos del reinado de la Reina Católica.
El primero de ellos fue la legitimidad de Isabel como Reina, dándonos una explicación entre lo que es la legitimidad de origen (por nacimiento, sangre) y la de ejercicio. También trató de los problemas ante los que se enfrentó primero con su medio hermano Enrique IV y después con su tío Alfonso V. Cómo logró conservar el poder junto a su esposo Fernando II de Aragón, teniendo que hacer muchas reformas, poniendo orden, consolidando la unidad de las dos Corona en medio del caos. Isabel y Fernando, tratando de ser conciliadores, tomaron decisiones fuertes y medidas duras pero necesarias, para recuperar bajo la Corona gran número de posesiones entregadas por Enrique IV a diferentes nobles de forma ilegal.
Al tratar de la Reconquista de Granada nos emocionó la explicación de cómo después de 800 años de dominación musulmana se logró terminar con ese yugo, culminando la lucha de la civilización cristiana peninsular que empezó en el 711. El Rey Fernando luchaba cuerpo a cuerpo y la Reina Isabel también se arriesgaba personalmente, acompañando a las tropas hasta posiciones muy avanzadas.
Los asistentes aprendimos que una vez liberados de los musulmanes, el camino por andar fue largo, ya que necesitaban lograr una unidad política que no existía, terminar con una nobleza arrogante, un estado anárquico, un reino en bancarrota y falto de unidad religiosa debido a los judíos y árabes.
La tarea era ardua pero los Reyes Católicos llenos de fe en Nuestro Señor y guiados por Nuestra Señora nunca dudaron y se empeñaron toda su vida por lograr la unidad de los reinos peninsulares, y posteriormente llevar la fe más allá de sus fronteras cruzando altamar y llegando a América. Dándonos el mayor regalo que fue la Cristiandad en América.
Elena continuó su exposición hablando de la expulsión de los judíos y los conversos. Nos comentó que, en la mayoría de los casos, los judíos no tenían la condición jurídica de naturales del reino a los efectos de aplicación del mismo derecho que estaba en vigor para los cristianos. Tenían la consideración de extranjeros y eran poco dóciles. España no fue la primera nación que expulsó a los judíos; ya en el siglo XIII habían sido expulsados de Rusia, Francia, Inglaterra y Alemania. Algo que llamó mi atención fue cuando señaló que es anacrónico e injustificado decir que fue antisemitismo. Lo que buscaban los reyes católicos era su conversión no su expulsión. No fue un odio a la raza. Fue una expulsión pensada y justificada. Incluso hasta cierto punto, fue para proteger a los mismos judíos que sí se habían convertido.
Profundizó en este punto exponiendo tres causas de la adopción de esa decisión: un motivo popular, el pueblo en general no los quería por los abusos que cometían sobre ellos, pues generalmente eran comerciantes y exigían para sus préstamos intereses usurarios; un motivo político, simpatizaban musulmanes y judíos ya que se habían apoyado en diferentes momentos de la historia. Se dice que los judíos habían abierto la puerta a los musulmanes. Los judíos obstaculizaban el actuar de las políticas de los Reyes Católicos. Por último, un motivo religioso, la iglesia se encontraba debilitada y judíos no conversos verdaderamente estaban infiltrados en ella sembrando la semilla de la confusión y judaizando (los llamados marranos).
Después, nuestra conferenciante tocó otro tema muy controvertido, la Inquisición, la cual ha sido rodeada de una leyenda negra. Elena nos dio muchos datos interesantes y poco conocidos como por ejemplo la preocupación de la Reina Isabel de lograr durante dos años (1478-1480) la conversión verdadera de mahometanos y judíos bautizados, haciendo una importante campaña de cristianización antes de poner en funcionamiento la Santa Inquisición; y cómo la Inquisición sólo se aplicaba a católicos y no era un tribunal genuinamente castellano, ya existía en otros lugares de la Cristiandad. Además, quien ejecutaba la sentencia era el tribunal político, no la Iglesia y se habló de la falsedad en las cifras que suelen proporcionarse.
Fue sorprendente saber que la Inquisición tenía popularidad y estuvo bien vista por el pueblo, evitando más muertes por conflictos religiosos.
Así mismo, abordó el tema de la Reina Isabel en Hispanoamérica, cómo supo encauzar y apoyar a Cristóbal Colón, su gran influencia en la evangelización empeñándose en transmitir la verdadera fe, dando a los habitantes de éste nuevo continente la condición de súbditos de Castilla, no de esclavos. Hasta en su testamento se refleja su constante preocupación por los americanos por lo que se le considera la primera misionera de América sin haber estado en estas tierras.
Finalmente, hubo una sesión de preguntas y respuestas, donde se destacó el importante papel de Isabel como madre de cinco hijos, su vida ejemplar como mujer, esposa, madre, excelente estratega, y finalmente como una justa, misericordiosa y auténtica reina católica.
Concluimos con una puntualidad asombrosa con recordando cómo ésta gran mujer llena de virtudes y apoyada siempre en su esposo y bajo el manto de Nuestra Señora y la guía de Nuestro Señor, fue el instrumento milagroso de Dios para consolidar la unidad católica de España, en contra de tantas adversidades, y llevar la fe católica a América.
«Señor mío Jesucristo, en vuestras manos pongo todas mis acciones, que tu favor y ayuda me defiendan». Isabel la Católica
Adriana Román Esnaurrizar