Desde el pasado viernes, se registró en la penitenciaria del litoral de Guayaquil, uno de los centros de rehabilitación para las personas privadas de libertad (PPL) más importante del Ecuador, un nuevo amotinamiento que dejó un saldo de 68 muertos y 25 heridos, según las fuentes oficiales de la fiscalía general del Estado.
#ATENCIÓN | #Guayas: #FiscalíaEc abrió –de oficio– una investigación por los hechos violentos y asesinatos registrados la noche de ayer y madrugada de hoy al interior de la Penitenciaría del Litoral, en #Guayaquil. #FiscalíaContraElDelito pic.twitter.com/0zYChBGLqj
— Fiscalía Ecuador (@FiscaliaEcuador) November 13, 2021
Desde el inicio del presente año, Ecuador sufre una de las peores crisis carcelarias de su historia, que ha conmocionado al país y a la región hispanoamericana. El hecho más grave y con mayor número de víctimas sucedió a finales de septiembre del presente año cuando se registró una riña entre varios reos dejando un saldo de alrededor de 118 muertos y varios heridos, aunque se especulan que son más de los que han trascendido en cifras oficiales.
Los familiares de las PPL abatidas en llanto e indignación por el suceso, cuestionan el manejo de las cárceles, ya que lastimosamente algunos de los reos que cumplían con menores penas carcelarias fueron víctimas de las masacres. Inclusos hay cadáveres que están por reconocer y familiares que buscan a las víctimas desafortunadas.
Desde los hechos que ocurrieron en septiembre, el gobierno ha declarado en estado de excepción en las cárceles, sin embargo, la situación se sigue agudizando.
Entre esta crisis, se suman una ola de violencia que ha generado un profundo temor en la población. El presidente Guillermo Lasso, el pasado 19 de octubre decreto Estado de excepción nacional por 60 días −y posteriormente, el mismo lo redujo a 30 días− debido a «grave conmoción interna» en todo el territorio nacional para enfrentar la escalada de violencia y asesinatos en las calles que han generado temor y zozobra de la población. El principal enemigo de afrontar, según Lasso, es el narcotráfico y se ha desplegado la fuerza armada para combatirla.
También ha sumado la inconformidad de algunos sectores populares como el movimiento indígena ecuatoriano, debido a las medidas económica como el alza del combustible que han salido a protestar en contra de dichas medidas.
Agencia FARO, J. Arias