SANTIAGO, CHILE- Se han celebrado las elecciones presidenciales y parlamentarias en Chile, y los resultados no dejaron indiferente a nadie, pues fueron bastante impensados en el contexto del Chile post 18 de octubre de 2019. El resultado de la elección presidencial dio por triunfador a la carta del Partido Republicano, el derechista José Antonio Kast, además que tanto los republicanos como los partidos de la coalición de gobierno (de centro derecha) obtuvieron un buen resultado. De hecho, las fuerzas conservadoras se hicieron con la mitad del Senado y obtuvieron el tercio mayor de la Cámara de Diputados, aparte de ganar la mayoría de los consejeros regionales.
Ese equilibrio en el Senado nunca se había dado desde 1990 por la vía de las elecciones. El precedente más cercano era la mayoría circunstancial que tuvo la derecha en los primeros años de democracia con los senadores designados que, por lo general, actuaban en sintonía con ese sector político.
Kast logró imponerse con el 27,91% frente al candidato izquierdista Gabriel Boric quién recibió el 25,83% de los votos. Sorpresivamente en el tercer lugar apareció el candidato Franco Parisi (populista de centro derecha) quien hizo campaña desde los Estados Unidos, sin pisar el territorio nacional. Parisi logró desplazar al candidato de gobierno, Sebastián Sichel (uno de los favoritos hace algunos meses) al cuarto lugar y a la candidata de la Democracia Cristiana, Yasna Provoste a un paupérrimo 11,61% de los sufragios.
Los resultados se pueden entender como una reacción a la ola de extrema izquierda que ha venido asolando al país desde octubre de 2019. El candidato Gabriel Boric, representante de la izquierda más radical, encabeza una alianza que conjuga a la vieja izquierda comunista y a las nuevas fuerzas de izquierda posmodernas e indefinidas, que no han sabido generar certezas y confianzas en la mayoría de la población, especialmente a los sectores medios y bajos.
Hasta hace unos meses era impensable que la candidatura de la «extrema derecha» como es denominada por la prensa progresista, lograra despegar desde su nicho, esto teniendo en cuenta que, en las pasadas elecciones presidenciales (2017) José Antonio Kast solo pudiera llegar al 7% de los votos.
Hoy las prioridades en Chile han cambiado, pues meses de vértigo político, una economía en riesgo, la crisis migratoria, la violencia y el terrorismo, además de una convención constitucional en ánimo refundacional, han llevado a la mayoría del país a elegir candidaturas que garanticen la paz y el orden. De hecho, los resultados en la región de la Araucanía hablan por sí mismos. En esta zona, azotada por la violencia subversiva, el candidato Kast obtuvo un macizo 42,16% frente al 16% de los votos de Gabriel Boric.
La noche de la elección ambos candidatos se dirigieron a sus partidarios, quienes celebraron los resultados, a pesar de lo desconcertados que se mostraron los miembros de «Apruebo Dignidad», la alianza formada entre el Partido Comunista y el Frente Amplio.
«Vamos a elegir entre libertad y comunismo, vamos a elegir entre democracia y comunismo. Y somos más fuertes y vamos a demostrar que en democracia vamos a derrotar a esa izquierda intransigente» dijo el presidenciable del partido Republicano proyectando la siguiente fase de campaña, en un escenario recargado de banderas chilenas. El candidato -además- hizo gestos a los adherentes de Yasna Provoste y Franco Parisi.
Por su parte, al comentar los resultados, Boric hizo un llamado a sus partidarios a sumar apoyos. «No caigamos en ninguneo ni desprecio por quienes optaron por otras alternativas, debemos escuchar y entender por qué tomaron otras alternativas», señaló.
La segunda vuelta electoral entre Boric y Kast se desarrollará el próximo 19 de diciembre, y según todos los analistas, se prevé que sea muy estrecha.
Agencia FARO, Círculo Cultural Antonio de Quintanilla y Santiago.