Este miércoles, los bolivianos en el oriente de su país celebraron a su patrona, la Virgen de Cotoca, a pesar de que las autoridades suspendieron la romería debido a la pandemia. La cuarta ola de covid-19 que atraviesa Bolivia no detuvo la religiosidad popular, que animó a los feligreses a expresar su devoción, según indica el diario local El Mundo.
Cada año, el 7 y el 15 de diciembre por la noche, los católicos suelen recorrer 18 kilómetros desde Santa Cruz de la Sierra hasta el municipio de Cotoca, ubicado al este de la ciudad. Su finalidad es pedir o cumplir promesas a la Santísima Virgen María por los favores recibidos o deseados. El 6 de mayo de 1953, Pío XII declaró santuario a la Iglesia de Cotoca.
A las 10:00 Hrs del 8 de diciembre y bajo el lema «Caminemos de la mano de María hacia la reconciliación y la paz», Sergio Gualberti, arzobispo de Santa Cruz, ofició la misa en el Santuario de Cotoca. La ocasión de celebración fue no solo por esta advocación boliviana de la Madre de Dios, sino también por su Inmaculada Concepción.
La tradición señala que la Santísima Virgen se apareció en el siglo XVIII a un par de campesinos. Ellos y su madre escapaban de su pueblo, muy preocupados, debido a que su cruel patrón había sido asesinado y la gente los buscaba para castigarlos, por considerarlos culpables del hecho.
Mientras ambos se detuvieron a buscar leña para preparar la comida, vieron que la corteza de un árbol mostraba a la Virgen, que resplandecía bellísimamente. Los peones se sintieron consolados ante la desesperación de su huida, se postraron y contemplaron fervorosamente a la Madre de Dios. En consecuencia, decidieron sacar la corteza para llevarla al pueblo, con la esperanza de que se probaría su inocencia respecto a la muerte de su patrón.
Agencia FARO, Círculo Tradicionalista San Juan Bautista. A. Mariscal