Publicamos a continuación la entrevista que Carmen Morillo Ruiz, Directora Económico-Financiera de Oleícola Jaén, ha concedido para su difusión en LA ESPERANZA.
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¿Podría presentarse a nuestros lectores?
Carmen Morillo Ruiz. Nací en Baeza 1978, soy la segunda hija y única de Luis Carlos Morillo (Presidente del Grupo Oleícola Jaén) y Directora Económica-Financiera de Oleícola Jaén. Soy la persona responsable de su trabajo cuyo cometido es administrar bien los recursos y aplicarlos de la mejor manera posible para llevar a cabo inversiones en desarrollo y tecnología. Madre de dos hijas, compagino vida laboral y familiar.
Grupo Oleícola Jaén es una empresa familiar dedicada al sector oleícola, desde el Olivar hasta el tratamiento de los subproductos derivados de las aceitunas. En definitiva, se trata de una íntegra economía circular con residuos cero.
Podemos considerarla, entonces, una gran conocedora del sector oleícola, fundamental en el sur de España, y de gran peso en la actividad económica, ¿cómo lo definiría para nuestros lectores? ¿qué hay detrás de esa botella de aceite de oliva que existe en todos nuestros hogares?
Nuestra empresa familiar se fundó en el año 1981, este año 2021 celebramos nuestro 40 aniversario. Somos ya la tercera generación y como quien dice nos hemos criado entre aceitunas y aceite.
La empresa la fundó mi padre junto con mi abuelo y mis tíos y hoy tanto mis hermanos como yo, formamos parte de la dirección del grupo de empresa dedicadas al sector oleícola.
Somos una almazara que damos servicio de molturación a más de 1000 agricultores y también molemos aceitunas de nuestros propios olivares.
Desde los inicios se ha avanzado mucho en el sector, donde antes se apostaba por la cantidad de aceite producido. Hoy el sector de aceite de oliva está mucho más profesionalizado y apostamos mucho por la obtención de aceite de gran calidad, así lo avalan numerosos reconocimientos nacionales e internacionales que otorgan multitud de premios a la calidad de los aceites de la provincia de Jaén, estando en ese listado nuestros aceites de oliva virgen extra Oleícola Jaén Aove y Molisabor.
Apostamos por esa alta calidad de los caldos siendo muy cuidadosos desde el mismo campo, controlando la poda, riego, abono y escogiendo el momento óptimo de maduración del fruto para la obtención de aceites gourmet destinados a los mercados más exigentes.
Por ello, detrás de cada botella de aceite de oliva virgen extra hay un gran esfuerzo de todos los eslabones de la cadena poniéndoles mucho tesón y una gran ilusión cada año de recolección.
Detrás de cada botella de aceite hay mucho trabajo, comenzando desde el agricultor mimando todo el año los campos de olivos, con un esmerado proceso de recolección y fabricación para que posteriormente podamos envasar los mejores aceites de calidad. Todo un año cuidando nuestros campos donde cada campaña nos sentimos ilusionados con la llegada de los primeros días de fabricación para degustar los primeros aceites de cosecha temprana.
¿Podría considerarse como una actividad que enraíza en la tradición y la transmite?
Uno de nuestros lemas es «innovando por tradición».
Efectivamente es una actividad enraizada en nuestras tradiciones. En nuestra zona de la comarca de La Loma no hay familia que no tenga una explotación heredada de sus antepasados y recuerde como iban a la aceituna en familia.
Esos primeros aceites que se obtenían los guardaban para todo un año donde servían como conservantes de muchos productos, era garantía de conservación.
Una actividad que está muy expandida en la provincia de Jaén y es un legado que ha ido sucediéndose de generación en generación. Es una actividad que fija población al territorio y le da valor a nuestra tierra.
Desde Oleícola Jaén entendemos que es un valor patrimonial importantísimo siendo Jaén la provincia mayor productora de Aceite de oliva del mundo con más de 66 millones de olivos; se trata del bosque más grande del mundo creado por el hombre.
Las nuevas generaciones vienen apostando fuerte por este cultivo profesionalizándose cada vez más y buscando nuevas técnicas de cultivo en búsqueda de la calidad y la eficiencia de las explotaciones.
Desde Oleícola Jaén estamos muy comprometidos con la formación e información a nuestros olivicultores y prueba de ello son los encuentros de agricultores donde ponemos a disposición de todos ellos ponencias muy interesantes de investigadores y expertos. Todo ello encaminado en la buena toma de decisiones para hacer las explotaciones rentables en un mundo tan competitivo y en busca de la más alta calidad.
La situación actual, con la luz y los combustibles subiendo, ¿cómo les afecta?
Es una situación muy comprometida en nuestro sector, ya que los costes fijos aumentan muy considerablemente sin que veamos repercutida esta situación en un aumento de precio del aceite de oliva en origen. El olivar tradicional tiene unos altos costes de producción sobre todo si lo comparamos con las nuevas plantaciones intensivas y supe intensivas.
En la provincia de Jaén tenemos una importante labor y es apostar por la reconversión de nuestros campos en plantaciones con menores costes de producción donde la orografía y el agua lo permita.
Y en el resto de casos apostar por la diferenciación dando un valor añadido a nuestro olivar milenario tradicional apostando por sistemas de producción ecológica u otras alternativas que persigan la calidad.
En definitiva, es una labor urgente, ya que en situaciones como la actual de una alta inflación la rentabilidad de nuestros campos se puede ver muy comprometida.
Se ha hablado mucho de que utilizan el abaratamiento del precio del aceite de oliva como reclamo en los supermercados, con grave repercusión en los precios de origen, ¿qué hay de cierto?
Efectivamente el aceite de oliva junto con otros productos básicos de la cesta de la compra ha servido como reclamo en la gran distribución. Labor muy importante que tenemos que hacer desde todos los eslabones de la cadena de valor para invertir esta situación. Tenemos un producto de calidad y saludable que cada día el consumidor final valora más. No podemos dejar de invertir en promoción y divulgación de los buenos valores de los aceites de oliva.
Un papel muy importante es el que hace la interprofesional del aceite de oliva, que día tras día promociona las bondades de nuestro oro líquido.
¿Qué otros problemas aquejan al sector?
No podemos olvidar del problema del agua. Los que nos dedicamos a la agricultura no hay día que no miremos al cielo o a las aplicaciones meteorológicas para ver las previsiones de agua.
Muchas fincas se han convertido a regadío y esto hace que nuestra vecería se amaine y se consigan producciones más constantes en el tiempo. Además, es importante la inversión en balsas y una política de aguas que distribuyan los recursos de la manera más justa y necesaria posible.
¿Cómo se presenta el futuro? Los acuerdos comerciales preferentes, como el que la UE tiene con Marruecos ¿suponen una deslealtad y amenaza?
En un mundo cada vez más globalizado tanto las amenazas como oportunidades aumentan y esto nos hace ser más proactivos en trabajar por nuestro sector dando valor a nuestro aceite de oliva.
Tenemos un sistema de una gran garantía alimentaria con una perfecta trazabilidad de nuestro aceite y una clara diferenciación en nuestros sistemas sanitarios, de calidad, laborales y sobre todo de alta calidad.
Esto ha constado conseguirlo, pero es nuestro gran valor y nos sirve de diferenciación con el resto de países productores.
Tenemos que seguir mostrándoles al mundo nuestro saber y buen hacer. Prueba de ello es el reciente sello de calidad de la Indicación Geográfica protegida de Aceite de Jaén, donde nosotros con nuestra marca Oleícola Jaén Aove, hemos apostado desde su inicio, siendo de las primeras marcas en adherirnos a este sello.
Este es el camino frente a nuevos países productores y/o políticas de acuerdos preferenciales: apostar por la calidad y nuestra seguridad alimentaria.
Agencia FARO, Círculo Tradicionalista de Baeza