ESPAÑA- Carterías sin paquetes en plena campaña navideña, correspondencia en números mínimos, secciones de reparto desaparecidas para aglutinarse en sectores, menos personal de reparto para un servicio que se espera de mayor calidad, contrataciones bajo mínimos, formación inexistente para el personal, campañas comerciales erráticas y catastróficas. El Gobierno va a desmantelar un servicio de todos.
En tan solo dos años se han recortado 7.000 empleos pese a las convocatorias propagandísticas de la consolidación de empleo. El propio Plan Estratégico presentado por el Gobierno contempla la «disminución de espacios y personas».
La Esperanza informaba hace meses una noticia sobre la pésima gestión y enormes pérdidas del Grupo Correos, pero ahora llama el liberalismo económico a sus puertas como solución a un desastre provocado: subcontratación y violación de derechos laborales, abriéndose paso al enchufismo y a la explotación.
La eliminación de secciones (zona asignada al cartero para su reparto) ha llevado consigo, incluso, la eliminación de mesas y sillas para el desarrollo de sus respectivas funciones. Además, la empresa pública ha puesto fecha para culminar el desmantelamiento: 15 de enero. Se trata de un final programado, que se inició legalmente con aquel Real Decreto 176/1998 que convirtió a Correos en Organismo Autónomo, dejando el servicio público vocacional como un condicionante marginal y ahora ya evidentemente despreciado.
La huelga −otra más en la agenda del gobierno socialcomunista− será los días 5, 7 y 12 de enero. Se desarrollará con paros parciales a lo largo de estas tres jornadas.
Agencia FARO, Margaritas Hispánicas. María Dolores Rodríguez Godino.