Cierta ortodoxia todavía se puede encontrar en algunos pensadores del siglo XIX en Bolivia si escarbamos con cuidado y dedicación. Este 16 de noviembre, se cumplió un año más del fallecimiento del pensador católico José Peredo Antelo (1871-1931), originario del departamento de Santa Cruz y muy olvidado por la historiografía actual.
Peredo estudió en el Colegio Seminario Sagrado Corazón de Jesús en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, siendo uno de los estudiantes preferidos del eminente obispo José Belisario Santistevan, fundador del colegio. Más adelante, el joven cursó la carrera de Leyes en la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca, que continuó en Argentina y en Chile, graduándose como abogado de este último.
El pensador cruceño, cuyo seudónimo en la prensa era «Erlando», destacaba en el ámbito secular, pues llegó a ser juez, ministro de la Corte Suprema de Justicia y presidente del Concejo Municipal cruceño. También brilló como ensayista, crítico literario y catedrático. Sus temas predilectos eran la filosofía, religión y sociedad, lo cual destaca en sus diversos folletos, conferencias y artículos.
Además, adquirió relevancia en el ámbito religioso: dio conferencias en la Sociedad Católico-Literaria, charlas que resultaron publicadas en periódicos de igual línea editorial, como en El Bien Social, (fundado por el padre Pedro Sejas). También publicó artículos en el periódico La Abeja (fundado por el padre Avelino Costas) y el reconocido La Estrella del Oriente, considerado el primer periódico en la historia de Santa Cruz.
Erlando polemizó en 1918 contra el socialismo en una época en que iban adquiriendo importancia los brotes intelectuales de esta corriente en Santa Cruz, sobre todo de la mano de Adolfo Flores, quien trajo ideas socialistas desde Argentina. Peredo también criticó al liberalismo, refutando algunas de sus raíces más visibles en la época, como el materialismo y el positivismo.
Esto es precisamente lo que más nos interesa, pues hay una serie de 3 artículos que Erlando publicó bajo el título de Cuestión social el año de 1898, textos que vieron la luz en La Estrella del Oriente y El Bien Social. En aquellas líneas, el pensador realiza una apología de la religión católica, en un intento de refutar al liberalismo, doctrina que se iba concretando en la práctica mediante el triunfo de los liberales frente a los conservadores durante la Guerra Civil Boliviana (1898-1899).
Erlando asegura que el liberalismo «era mirado con horror por los buenos espíritus», y que dicha doctrina abogaba por la «omnipotencia del Estado»; nada raro, pues años después el régimen liberal implantaría leyes que perjudicarían a la Iglesia. El autor critica también a los ateos de la época, que rechazaban la influencia eclesiástica en el Estado.
En este sentido, Peredo rechaza la relegación de la fe a la vida privada y su supresión de la vida colectiva: defiende la propagación de la religión más allá de la familia y de los templos, integrándola a las instituciones estatales. El autor cuestiona también la expropiación estatal de los bienes eclesiásticos con excusas baratas como «construir obras en beneficio del pueblo».
Particularmente, él se opone a que el Estado secuestre la educación pública metiéndose en los seminarios. Erlando alertó a los padres de familia contra un español ateo y anarquista residente en Santa Cruz, que fungía en aquel tiempo como profesor en el Instituto de Instrucción Primaria Superior, enseñando, irónicamente, la asignatura de religión católica.
A. Mariscal, Círculo Tradicionalista San Juan Bautista.
Deje el primer comentario