El Patriarcado griego de Jerusalén condena y denuncia el ataque aéreo israelí padecido por la iglesia de San Porfirio en Gaza el pasado jueves 19 de octubre dejando 18 asesinados cristianos. La noticia procede de fuentes del mismo Patriarcado griego y otros medios de comunicación independientes pero está siendo manipulada por algunas agencias de prensa que añaden: «según Hamás o autoridades de La Franja».
La iglesia de San Porfirio es una de las más antiguas cuyo origen se data del siglo V d.C. y fue reformada varias veces con algunos añadidos del periodo de las Cruzadas. La misma está dispuesta para el rito bizantino o constantinopolitano. Pertenece al Patriarcado griego de Jerusalén, en cisma con la Iglesia de Roma, vulgarmente conocida como Iglesia (mal llamada) ortodoxa de Jerusalén y que atiende a la comunidad de origen griego de la zona de Palestina y Transjordania. Su mímesis católica sería la Iglesia Greco-Melquita para todo el Oriente.
Este luctuoso hecho se suma a una serie de ataques que han recibido otras instituciones cristianas en la zona como el hospital protestante perteneciente a la Confesión Episcopaliana. Los cabezas visibles de las congregaciones e Iglesias en Tierra Santa se reunieron el 17 de octubre para hacer una declaración conjunta y denunciar el atroz trato que se está llevando a cabo en la zona sobre todo por parte del Estado Judío en Palestina. Son los cristianos la comunidad más indefensa en este conflicto y que más ha sufrido esta guerra, diezmando su población desde hace más de 70 años, con la complicidad de Occidente, los gobiernos europeos y estadounidenses.
El padre Gabriel Romanelli, IVE, párroco en Gaza (del Patriarcado latino de Jerusalén), corrobora la información con estas palabras: «Las víctimas mortales son 18 hasta ahora y decenas de heridos, algunos de gravedad. Y hay unas diez personas aún bajo los escombros. Ha sido un golpe muy duro a toda la población de Gaza. Los cristianos siguen pidiendo del Cielo: piedad y misericordia. También piden que, quien pueda hacer algo, que haga lo que esté a su alcance para detener ya mismo esta situación. Un parroquiano griego me ha pedido que difundamos las fotos que él mismo sacó del funeral. Él, junto a su esposa y uno de sus hijos, estaban allí durante el bombardeo, y salieron sanos y salvos. Pero amigos y parientes dejaron sus vidas allí. Muchos heridos fueron llevados a nuestra parroquia católica de la Sagrada Familia ya que no hay lugar para todos en los hospitales. La comunidad parroquial está conmocionada. Tener más de 50 niños con discapacidad, ancianos muy enfermos y postrados, y, ahora, heridos, hace más crítica toda la situación. Son más de 700 en la parroquia. Y suplican que no dejemos de rezar por ellos a Dios nuestro Señor y a la Santísima Virgen María».
Pedro González
Deje el primer comentario