La creación y destrucción del dinero en la Economía moderna (II)

Banco de Comercio de Canadá, fundado en 1867

«P. Sr. Towers, cuando se permite al sistema bancario mercantil emitir depósitos bancarios que, con la práctica de usar los cheques tal como la tenemos hoy en boga, constituyen el medio de cambio sobre el cual, pienso yo, se tramita el 95 por ciento de nuestros negocios públicos y privados, ¿se permite virtualmente a los bancos emitir un efectivo sustituto del dinero? ¿No es así?.– R. Los depósitos bancarios son dinero real en ese sentido, sí.

»P. En ese sentido son dinero real, pero, como cuestión de hecho, no son dinero real sino crédito, cuentas contables, que son usadas como un sustituto del dinero.– R. Sí.

»P. Pienso que es razonable decir que en la evolución del sistema monetario nos hemos movido desde el dinero-metal hacia el uso del dinero-metal y el dinero-papel, y después hacia el uso del dinero-metal, el dinero-papel y los depósitos bancarios en forma de cuentas.– R. Sí.

»P. Y que cuando permitimos a los bancos emitir depósitos bancarios y usarlos como dinero….– R. Los bancos no los usan como dinero; los clientes lo hacen.

»P. Bueno, permitir su uso como dinero.– R. Sí.

»P. Entonces, autorizamos a los bancos a emitir un sustituto del dinero.– R. Sí, pienso que ésa es una declaración muy justa [acerca] de la banca.

[…]

Portada del segundo cuaderno de las «Actas y Testimonios respecto al Banco de Canadá», correspondiente a la Sesión celebrada por el «Comité Permanente de Banca y Comercio» el 24 de Marzo de 1939

»P. El 12 por ciento del dinero en uso en Canadá es emitido por el Gobierno a través de la Casa de la Moneda y el Banco de Canadá, y el 88 por ciento es emitido por los bancos mercantiles de Canadá sobre [la base de] las reservas emitidas por el Banco de Canadá.– R. Sí. Como usted puede ver, al tomar el total de estos elementos y decir que las monedas subsidiarias y los elementos del Banco de Canadá representan el 12 por ciento del total, existe una cierta distorsión, porque los billetes y depósitos del Banco de Canadá son en gran medida las reservas de caja sobre las que descansan los otros depósitos [de los bancos mercantiles].

»P. Pero si la emisión de moneda y dinero es una alta prerrogativa del Gobierno, entonces esa alta prerrogativa ha sido transferida en una extensión del 88 por ciento desde el Gobierno hacia el sistema bancario mercantil. R.– Sí, pero yo diría lo siguiente: que sería comparativamente simple remediar eso desde un punto de vista legislativo. Obviamente, queremos un sistema bancario; quiero decir, la conveniencia de ser capaces de llevar cuentas y pagar con cheques es muy grande, y la gente querría que eso continuase; por tanto, no se nos pasa por la cabeza a ninguno que un sistema bancario hubiera de desaparecer.

[…]

»P. Ahora bien, cuando al banco mercantil se le autoriza a crear y emitir un depósito bancario como un sustituto del dinero en un sistema donde ese sustituto funciona realmente como dinero, esto es dar al banco el equivalente del poder de acuñar monedas o imprimir dinero.– R. Bajo las regulaciones impuestas por el Gobierno, sí.

»P. Pero ése es el resultado de esa operación.– R. Como dije en una de las anteriores Sesiones sobre el mismo asunto, ello les da ese poder. Naturalmente, para poder ejercerlo, han de tener la confianza de la gente.

»P. En todo caso, bajo el sistema de banca autorizado por el Parlamento y aceptado por la gente como práctica común, nuestros bancos mercantiles crean y emiten el 88 por ciento del dinero como medio de cambio usado por el Gobierno y por la gente en Canadá.– R. A través de sus actividades bancarias ordinarias en forma de realización de inversiones y préstamos.

»P. Pero ellos crean y emiten el 88 por ciento del dinero que usamos.– R. “Emitir” es justo la expresión que yo cuestionaba; pero es el caso que, a través de sus actividades bancarias en forma de realización de inversiones y préstamos, uno encuentra entonces la creación de estos pasivos de depósito que sirven en gran porción como medio de cambio en el país».

(Continuará)

Félix M.ª Martín Antoniano