Píldoras progresistas y conservadoras

La revolución sigue su curso

El presidente de Estados Unidos, el «católico» modernista Joe Biden, ha respaldado las declaraciones de júbilo de la organización abortista Planned Parenthood. El motivo ha sido la decisión del Tribunal Supremo de bloquear las restricciones a la comercialización de la píldora abortiva mifepristona, que un tribunal de apelaciones había ordenado la semana pasada. Con este fallo regresa el caso al tribunal de apelaciones, que ha fijado la fecha para el comienzo de los argumentos orales para el próximo 17 de mayo.

Al lado de estas políticas que directamente favorecen el aborto y sus productos y organizaciones, algunos gobiernos conservadores como el de Giorgia Meloni anuncian a bombo y platillo unas medidas de fomento de la natalidad mientras —risum teneatis, amici?— permiten que su Agencia del Medicamento apruebe la distribución gratuita —pagada por los contribuyentes— de la píldora anticonceptiva, sin restricción alguna y sin límite de edad.

La revolución sigue su curso, ya sea por la vía rápida del progresismo, ya por la vía lenta de los conservadores.

Agencia FARO

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