Crónica de la VI sesión del Círculo Carlista Santafé

Partan pues, queridos ejercitantes a la conquista del mundo entero para su Rey divino. Perseveren hasta el fin como valientes en la empresa santa. - P. Vallet-

El pasado sábado 8 de julio, fiesta de Santa Isabel de Portugal, tuvo lugar la VI sesión del Círculo Carlista Santafé de Bogotá. Siendo las 18:00 de la tarde se dio inicio. Abrió este encuentro el presidente de nuestro círculo, el doctor y profesor Don Carlos Escobar, realizando una breve reflexión en la cual habló sobre su experiencia respecto a los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola, en los cuales había participado recientemente. Habló acerca de las meditaciones de cada día, y cómo cada una de ellas guarda relación con el reinado de Cristo en el mundo, resaltando que su reinado comienza por nuestra alma, y es por medio de nuestro cambio interior que se traduce en actos exteriores, que lograremos transformar nuestro entorno; es decir, que de la abundancia de nuestro corazón surgirán nuestros actos. Así, para defender la verdad, primero debemos interiorizarla; pues nadie puede dar de lo que no tiene.
 

Luego, uno de los miembros más antiguos del círculo, Don Ricardo Rizo, dio su perspectiva también respecto a los ejercicios espirituales con base en su experiencia de varios retiros ignacianos. Don Ricardo Rizo propuso realizar un retiro espiritual del círculo. Se propusieron sesiones para formar a los correligionarios para afrontar correctamente y con conocimiento el retiro planteado para el círculo. Cada uno de los correligionarios planteó sus comentarios en apoyo a la propuesta y también sobre sus experiencias personales.

Acto seguido, Don Carlos hace una breve presentación del libro Defensa de la Hispanidad de Ramiro de Maetzu, utilizando un esquema bien estructurado con un breve resumen de su argumento principal, a saber, la pérdida del ideal hispano, su explicación y cómo recuperarlo. También se habló un poco sobre la vida del autor. Este libro fue uno de los propuestos para la formación de los integrantes del círculo en reuniones anteriores. En esta ponencia, se hizo énfasis en la expansión del Imperio Católico Español, su ideal que se convierte en su grandeza, su forma tan distinta de tratar a sus súbditos respecto a los demás reinos que conquistaron tierras alrededor del mundo.

Y, al final, la aclaración de algunas de las mentiras que se enseñan hoy en día, sobre todo en los colegios, y con las que hace ya varias generaciones los enemigos de Cristo han ido gestando un odio intenso contra la Madre Patria. Se habló también respecto a cómo difieren la casa de los Habsburgo y la casa de los Borbones, quienes posteriormente llegaron a gobernar España desde el siglo XVIII en el fondo y en la forma, en la política, la economía, y la organización de la sociedad. Los fines que movían en general a ambas dinastías eran diferentes; pues mientras que se conservó el espíritu de la cristiandad, las cosas marchaban bien, pero cuando se comenzó a perder este espíritu fue el principio de su fin, y este fin fue la pérdida de su ideal.

La herencia española, comenzando por su descripción en el libro de Maeztu, terminó siendo una interesante conversación, llena de anécdotas y fascinantes intervenciones respecto al tema. Después de esta amena charla, una de las margaritas del círculo leyó un ensayo acerca de la hispanidad. Este fue un breve resumen y reflexión basado en el libro de Ramiro De Maeztu, a modo de cerrar el tema.

Como último punto se realizó el rezo del Santo Rosario y se determinaron ciertas tareas para los miembros. La principal de ellas es que se debe ir organizando doctrinal y espiritualmente al círculo para un futuro retiro según el método de los ejercicios de San Ignacio de Loyola. Al final hubo un tiempo para compartir con los demás correligionarios, hablar y tomar la cena juntos. Terminamos con una foto grupal, y gritando como siempre ¡Vivas a Cristo Rey!

Con la gracia de Dios esperamos que estos encuentros se continúen realizando para avivar la llama de la caridad y perseverar, comenzando desde nuestro interior en la lucha contra nuestro principal enemigo, nosotros mismos; para, con la gracia de Dios, quitar nuestras propias vendas y ver con claridad el camino, plantearlo con convicción y seguirlo hasta la tumba.

Ave Christus Rex!

 

Círculo Carlista de Santafé de Bogotá

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