Con el voto a favor de 93 de los 187 miembros de la corporación, y con la triste oposición de 2 votos, el pasado martes 28 de mayo fue aprobado por la Cámara de Representantes el proyecto de ley que prohíbe las corridas de toros en Colombia. Para convertirse en ley de la República debe conciliarse con el texto aprobado por el Senado y pasar por sanción presidencial, pasos últimos en los que probablemente no encontrará obstáculos.
No obstante, la prohibición entraría a regir en 2027, y entretanto podrán celebrarse espectáculos taurinos. En consecuencia, desde la Plaza de Toros de Santiago de Cali se confirmó que continúa la preparación para la feria de diciembre, que cuenta además con el encomiable respaldo del alcalde Alejandro Éder. Adicionalmente, diversos colectivos taurinos han anunciado que iniciarán acciones legales con el fin de revertir semejante despropósito, entre las que no descartan recurrir ante la inefable Corte Constitucional.
Como bien lo expresa la proposición aprobada, su objeto es llevar a cabo una «transformación cultural», ordenada ésta por la plutocracia internacional en su esfuerzo por uniformizar todas las naciones bajo un mismo estilo de vida agringado e insípido, hedonista y consumista, olvidado de lo sobrenatural y por tanto alejado de todo aquello que evoca la existencia de una vida ultraterrena, como la propia tauromaquia.
Agencia FARO, Colombia.
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