Cuentos populares, una necesidad (y II)

Transmitirlos estos cuentos es un acto de resistencia cultural

Composición editorial

Continuamos con la ponderación de algunos cuentos populares hispanos, tan necesarios ante la amenaza a la oralidad y cultura patria por parte del colonianismo anglosajón.

Blancaflor, la hija del diablo: el amor y la valentía.

Un joven debe superar una serie de pruebas impuestas por el diablo. En su travesía, recibe la ayuda de Blancaflor, la hija del diablo, quien se enamora de él y lo guía para burlar las artimañas de su padre. Otro cuento de necesidad hoy en día, donde se resalta el poder del amor como fuerza transformadora y la importancia del sacrificio por un ideal o una persona querida. También enfatiza la valentía como virtud esencial para enfrentar lo imposible.

La Niña que riega la albahaca y el Príncipe Preguntón: la sabiduría sobre la jerarquía.

Un príncipe curioso se enfrenta a una niña que cuida una planta de albahaca, iniciando un diálogo en el que la pequeña demuestra su agudeza mental y su ingenio superior. La historia ilustra la importancia de la inteligencia y la perspicacia sobre la posición social, recordando que el conocimiento puede imponerse a la nobleza de sangre. Como recomendación personal, lo representaría en cada hogar en un pequeño teatro de marionetas improvisado; es una historia que requiere como material.

El Castillo de Irás y No Volverás: el valor de enfrentar los miedos

Un joven se adentra en un castillo encantado del que nadie ha regresado jamás. Con ingenio y valentía, enfrenta cada obstáculo hasta lograr lo que nadie antes había conseguido. Al hilo con los anteriores, es un complemento genial donde se destaca el coraje y la perseverancia como herramientas clave para superar el miedo y alcanzar la victoria.

Mariquita y el Viento: la adaptabilidad ante lo desconocido

Una niña pierde su pañuelo y es arrastrada por el viento a una serie de aventuras inesperadas, de las cuales aprende valiosas lecciones. Aquí capacita a los niños para adaptarse a los los cambios imprevistos de la vida.
Leer y contar estos cuentos es más que un acto de entretenimiento; es un acto de resistencia cultural, una forma de honrar la sabiduría de nuestros antepasados, en definitiva, un acto contrarrevolucionario.
No es una relación exhaustiva, naturalmente, pero sirve como inicio a una labor pedagógica el tiempo libre, de las lecturas y de la formación. Y sin olvidar que, a los cuentos, las Españas suman las leyendas: La Encantada, El Hombre del Saco, El Cristo de la Vega…

Roberto Gómez Bastida, Círculo Tradicionalista de Baeza

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