original english version
We celebrate today the feast of the Exaltation of the Cross in honor of the great redemption of Our Lord Jesus Christ to the Human race. The cross which is the instrument of execution for the great criminals but now became a life-saving Cross, the Salvation Cross, the Cross which purified by the blood of Our Lord Jesus Christ. The Cross which is hated by the world and reprobates, the same Cross which gives a horror to the Liberals, Freemasons, Modernists etc. and all the enemies of God. Let us carry our cross patiently through the sufferings and trials in this life, like Our Lord carrying His Cross in the Calvary loaded with our sins, the sins of men until the end of the world that is supposedly for us. The cross that is necessary for the salvation of our soul, which we hated most of the time, must be loved, embraced, bore for this will become our bridge to heaven. The cross is our hope for without it, no one can be saved as St. Antony of Egypt said.
As for us the Carlists from different kingdoms of Spain must have only two things to maintain and be united “faith in the same God and fidelity to the same king” (What Is Carlism ch. 5 #81, “primer congreso, op.cit,p. 38). God permits His enemies to appear victorious, as they are proud in the very eyes of the world, while the faithful are enduring persecutions, trials, hardships at the very hands of these liberal-masonic governments. This is the best time to offer to God all these things for the triumph of Christ the King, the more the faithful are persecuted, the more they will be gloriously triumphed over their enemies. In order to conquer the world to submit to Christ, let us first conquer our hearts, to be always faithfully united to our Divine Savior, and crucify all our passions and pleasures, which is the very reason of the loss of faith, the lack of Catholic states, and rose the wrath of God. Let us think carefully that this cross that we have is the same cross that will become our bridge to heaven. «God Alone suffices», says St. Teresa of Avila, yes it is, restored the faith of the people to God and the restoration of a good government will be followed.
Let us remember dear Carlists correligionarios what a very long trip St. Helena had gone to the holy land just to find the True Cross and at last discovered it made a triumph entry in Jerusalem.
How did Constantine win the battle because the cross symbol appeared in the sky with the following words «In Hoc Signo Vinces», In this sign you shall conquer.
The great apostle St. Andrew, whom the flag of Burdundy is based, when saw the cross in which he will be crucified, saluted with these words, «O most beautiful cross that was glorified by carrying the Body of Christ! Glorious Cross sweetly desired, ardently loved, always sought and finally prepared for my heart that has so long awaited you. Take me, O Cross! Embrace me. Release me from my life among men. Bring me quickly and diligently to the Master. Through you He will receive me, He, who through you has saved me».
Queen Isabella of Castille after re-conquering Granada against the moors has said: «Tear down every crescent and replace it with a cross. This is a christian land now».
Don Pelayo had been given a wooden cross by the hermit who inhabited the cave of Covandonga while saying «Behold the sign of victory». And Don Pelayo carried the cross during the battle of Covadonga in which he attained great victory against the Mohammedans.
Fernando Magallanes planted a cross in Cebu consecrating the whole archipelago of Las Islas Filipinas to Christ. The crusaders carried crosses to holy land to attract and reconquer again the land where Our Lord dwelt and lived.
The carlists fought against the Isabelinos with the cross with them to represent a Catholic resistance against the libersl usurper. Even during the last crusade in Spain, the Spanish Civil War 1936-1939 the Requetes honored the holy cross of Our Lord and made them victorious against the red communists.
Lawrence Cawas, Círculo Carlista Felipe II de Manila
Versión en español
Celebramos hoy la fiesta de la Exaltación de la Cruz en honor de la Redención de Nuestro Señor Jesucristo a la raza humana. La Cruz, que era el instrumento de ejecución de los grandes criminales, desde entonces se convirtió en una Cruz que salva vidas, Cruz de la Salvación, Cruz que purifica por la sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
La Cruz que es odiada por el mundo y reprobada es la misma Cruz que horroriza a los liberales, masones, modernistas, etc. y a todos los enemigos de Dios.
Llevemos pacientemente nuestra cruz a través de los sufrimientos y pruebas de esta vida, como Nuestro Señor cargando Su Cruz hacia el Calvario fue cargado de nuestros pecados; de todos los pecados de los hombres hasta el fin del mundo que también nos incluye a nosotros. La Cruz necesaria para la salvación de nuestra alma, que muchas veces odiamos, debe ser amada, abrazada, llevada, porque se convertirá en nuestro puente al cielo. La Cruz es nuestra esperanza porque sin ella nadie puede salvarse, como dijo San Antonio de Egipto.
En cuanto a nosotros los carlistas de diferentes reinos de España debemos tener sólo dos cosas para mantener y estar unidos: «fe en un mismo Dios y fidelidad al mismo rey» (¿Qué es el carlismo cap. 5 # 81, primer congreso, op.cit , pág.38). Dios permite que sus enemigos sean vistos como vencedores orgullosos ante los ojos del mundo, mientras que los fieles soportan persecuciones, pruebas y privaciones a manos de los gobiernos liberales-masónicos.
Este es el mejor momento para ofrecer a Dios todas estas cosas por el triunfo de Cristo Rey, cuanto más se persigue a los fieles, más gloriosamente triunfadores serán sobre sus enemigos. Para conquistar el mundo para someternos a Cristo, primero conquistemos nuestro corazón para estar siempre fielmente unidos a nuestro Divino Salvador, y crucifiquemos todas nuestras pasiones y placeres, pues ésa es la razón misma de la pérdida de la fe, de la falta de estados católicos, y de la ira de Dios. Pensemos detenidamente que la cruz que tenemos se convertirá en nuestro puente al Cielo. «Sólo Dios basta» dice Santa Teresa de Ávila, sí lo es, y una vez restaurada la fe del pueblo en Dios y seguirá la restauración de un buen gobierno.
Recordemos, queridos correligionarios carlistas, qué larguísimo viaje había hecho Santa Elena a tierra santa sólo para encontrar la Cruz Verdadera. Cuando por fin descubrió, hizo una entrada triunfal en Jerusalén.
¿Cómo ganó Constantino la batalla de Puente Milvio? Porque el símbolo de la Cruz apareció en el cielo con las siguientes palabras «In Hoc Signo Vinces», «con este signo vencerás».
El gran apóstol San Andrés, en quien se inspira la bandera de Borgoña, al ver la cruz en la que iba a ser crucificado, la saludó con estas palabras: «¡Oh cruz hermosísima que fuiste glorificada llevando el Cuerpo de Cristo! Cruz gloriosa dulcemente deseada, ardientemente amada, siempre buscada y finalmente preparada para mi corazón que tanto tiempo te ha esperado. ¡Llévame, Cruz! Abrázame. Líbrame de mi vida entre los hombres. Llévame rápida y diligentemente al Maestro. Por ti me recibirá, Él, que por ti me ha salvado ».
La reina Isabel de Castilla después de reconquistar Granada contra los moros dijo: «Derriba cada media luna y reemplazarla con una cruz. Esta es una tierra cristiana ahora ».
Siglos antes, Don Pelayo había recibido una cruz de madera del ermitaño que habitaba la cueva de Covadonga mientras decía «He aquí el signo de la victoria». Y don Pelayo llevó la cruz durante la batalla de Covadonga en la que logró una gran victoria contra los mahometanos.
Fernando Magallanes plantó una cruz en Cebú consagrando a Cristo en todo el archipiélago de las Islas Filipinas.
Los cruzados llevaron cruces a tierra santa para atraer y conquistar la tierra donde habitó y vivió Nuestro Señor.
Los carlistas lucharon contra los isabelinos con la cruz con ellos para representar una resistencia católica contra el usurpador liberal. Incluso durante la última cruzada en España, la Guerra Civil española 1936-1939, los Requetés honraron la santa Cruz de Nuestro Señor y los hicieron victoriosos contra los comunistas rojos.
Lawrence Cawas, Círculo Carlista Felipe II de Manila
