Se han cumplido todos los pronósticos

Quema de objetos y mobiliario a las puertas de Santa María del Mar (Barcelona, 1936). Fotografía de H. Namuth y G. Reisner

Hoy les traemos el segundo artículo de «El pensamiento de la tradición», una serie de artículos carlistas publicados durante la Cruzada de Liberación de 1936. Su autor es Fernando de Contreras, antiguo jefe provincial de la Comunión Tradicionalista en Jaén.

Están cumplidos todos los anuncios de los grandes videntes de la Tradición: Donoso, Villoslada, Manterola, Aparisi, Mella…

Y aun los de los enemigos de la Tradición, cuando la niebla de la pasión política no les oscurecía la vista para otear los futuros horizontes, como sucedió a Cánovas en sus horas lúcidas.

La ola roja anunciada llegó, y no llevándose en su reflejo las aras de los altares y las astillas de los tronos.

Y si no ha cubierto con su rojo manto toda la Península, ha sido porque Dios en su misericordia, y como premio a los que desde hace más de un siglo vienen sacrificando vidas y haciendas por mantener, sostener y defender el reinado social de Cristo, ha dicho «No pasarás en España».

Y por eso, y sólo por eso, ni ha pasado, ni pasará el socialismo, último efecto de la causa liberal y fatal consecuencia de las premisas liberales.

Pero adviértase bien, y no se olvide, que, ni individual ni socialmente, prodigó Dios los milagros, sino que deja obrar libremente las causas segundas.

Y no se olvide que la causa esencial de los milagros sean a favor de individuos o sociedades: es buscando la conversión de esos individuos y naciones.

Y téngase principalmente en la memoria otras dos cosas:

Primera: Que en las naciones, como en los individuos, existen predestinados, que necesariamente han de salvarse.

Pero guardando Dios en su seno el nombre de los elegidos, para que nadie desconfíe de la misericordia del Señor, ni locamente presuma de ella.

Segunda. Que a hombre y pueblos tiene asignados la Providencia un número de pecados, pasados los cuales retirará su gracia eficaz, dejándoles sólo la gracia suficiente para que, con su libre albedrío, se acojan a los caminos de Dios o retocen por los senderos de perdición.

Y, ay de los individuos y los pueblos que naveguen en tan frágil barquilla como aquellos que tengan por timonel el libre albedrío humano, sin el concurso de la gracia eficaz, divina.

Fernando de Contreras. Publicado en el diario carlista hispalense La Unión el 27/11/1936.

Compilado por: Rodrigo Bueno, Círculo Tradicionalista General Carlos Calderón de Granada.