Indalecio Prieto en la desmemoria

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Largo Caballero e Indalecio Prieto han pasado a ser estrellas del firmamento mediático, sin derramamiento de sangre pero levantando algarabía. Quienes se dicen herederos de sus víctimas claman en berrinche infantil. VOX se apunta un tanto empleando la Ley de Memoria Histórica. En realidad, el logro no va más allá de la minuta de albañil.

La Ley 52/2007 de 26 de Diciembre recogía la frustración socialista de haber sucumbido en la Cruzada Nacional. Con ella cristalizó una cascada legislativa en el desgobierno zapateril, que fue asumida sin cambiar punto ni coma por el PP.  Los despojos de vestiduras rasgadas los podrá encontrar, querido lector, en el imaginario de la derecha.

¿Cómo alegrarse de la aplicación ningún artículo de esta ley, asumiendo la falaz Exposición de Motivos en sus argumentaciones? El propósito de VOX acabará por canonizar los crímenes republicanos, que es el reverso de la moneda de esta ley. No se puede aceptar la retirada de una plaquita de Indalecio Prieto, rechazando al mismo tiempo la sangre de tantos mártires a manos de la República. Eso es lo que acaba de hacer la derecha.

Recordemos la argumentación de los liberales voxeros. Han presentado una proposición de ley en el Congreso para derogar la Ley de Memoria Histórica. Su razonamiento es que esta ley persigue liquidar paulatinamente el régimen constitucional. En realidad, esta damnatio memoriae de beatificación de  estalinistas, anarquistas y racistas del PNV y Esquerra, sólo es una escena más de esta comedia que se llama democracia.

Roberto Gómez Bastida,  Círculo Tradicionalista de Baeza