S.M.C. Don Carlos VII fue el primer rey de las Españas en visitar los territorios de las Españas ultramarinas. Realizó su visita después de verse forzado al destierro en 1876, tras la Tercera Guerra Carlista. Conocemos su gira hispanoamericana gracias a la obra de Melchor Ferrer en Historia del tradicionalismo español.
Una de las paradas en su gira fue Panamá, que en ese momento era territorio colombiano. Previamente estuvo en Inglaterra visitando a su padre. Su Majestad Católica zarpó desde allí acompañado de su secretario el Conde de Melgar, el Conde de Ayanz y el teniente coronel don Clemente de Coma.
Habiendo dado una parada en Jamaica, continuaron hasta puerto de Colón, siendo ya territorio colombiano. Durante el trayecto entre Jamaica y puerto Colón conoció al señor Lavandeyra, ingeniero en las obras públicas de Panamá. Lavandeyra hizo los arreglos para que Su Majestad pudiese tomar un tren que lo condujera hasta la ciudad de Panamá. A su llegada, el gobernador de Panamá, el general don Alejandro Posada le invitó al palacio de la gobernación, donde también se reunió con el obispo de Panamá, el Ilmo. Sr. Peralta.
Debido a la fiebre amarilla que en ese momento afectaba a los visitantes europeos, el general Posada le ofreció a Don Carlos un buque de guerra que había en el puerto, donde podría estar a salvo. Sin embargo, sus ganas de ver las obras del canal en construcción hicieron que se desplazasen al campamento de Gorgona para ver las obras junto a Demarteau —embajador austrohúngaro con quien se había reunido previamente en su arribo a puerto de Colón. Entre las distintas excursiones por las cercanías, visitó Tavernilla, lugar en que el dirigente de los trabajos inauguró una draga en su honor.
Entre los últimos momentos que se destacan de su estancia en Gorgona está la ocasión en que, a causa de las fallas en el ferrocarril, se frustró su intento de volver a la ciudad el 15 de mayo. Trató de retornar con intención de corresponder a una invitación del gobernador, quien deseaba realizar un banquete en su honor. Poco después esta invitación pudo darse satisfactoriamente.
Don Carlos permaneció en Panamá hasta que continuó su viaje hacía el Perú. No sin antes tener la oportunidad de navegar lo poco que se había adelantado del canal, unos cinco kilómetros. El general Posada se granjeó fuertes críticas a causa de su hospitalidad con Su Majestad Católica. A propósito de su estancia en Colombia, Don Carlos dice: «En Colombia, la pureza y corrección del lenguaje recuerdan el Siglo de Oro de nuestra literatura».
E. Jiménez. Círculo Tradicionalista Gaspar de Rodas de Medellín