La crisis económica y política de Venezuela es muy conocida en el resto del mundo. Con bastante frecuencia, los medios de comunicación se hacen eco de diversos problemas: desde la falta de gasolina que dificulta el transporte, pasando por los problemas causados por la inflación, para concluir muchas veces informando sobre protestas populares en medio de un clima de inseguridad.
No obstante lo anterior, hago ahora una breve referencia en torno a la crisis religiosa que también padecemos. Esta crisis está poniendo dificultades a los deseos y empeños de querer hacer un apostolado de gran magnitud, con el fin de que se celebre la Misa Tradicional en Venezuela de forma habitual. Hay que contar con las negativas que ésta recibiría por parte de las autoridades eclesiásticas modernistas de nuestro país.
Sin embargo, debemos recordar que la sangre de los mártires es fértil. Esto lo han entendido muy bien los valerosos jóvenes venezolanos que, simpatizantes también de la tradición católica en lo político y teniendo como inspiración a los antiguos tercios y requetés, se calzaron sus alpargatas y armaron su apostolado. Nos complace comunicar a los lectores del periódico La Esperanza la noticia de que ya se han celebrado varias Misas Tradicionales en los vastos territorios del estado Miranda (antigua provincia de Caracas) con considerable afluencia de fieles.
Círculo Tradicionalista de Venezuela
