Cartas marruecas

Pedro Sánchez bajando del estrado en el Congreso de los Diputados. C. Álvarez

Es la expectativa de la semana. ¿Dimitirá el presidente? ¿Qué objeto persigue Pedro Sánchez con su carta? Hay algunas especulaciones plausibles. Pretende agitar las aguas catalanas, a las puertas de las elecciones autonómicas. Quizá, quiere forzar la unión de su azarosa coalición. Puede que así mitigue el impacto de un escándalo próximo. Prepara su ascenso a un puesto de la ONU o la OTAN.

En política, es habitual apuntar a dos pájaros con un tiro. Uno o varios de los anteriores pueden ser el propósito. Pero no sería descabellado que el motivo consistiese en una frivolidad: unos días de menor trajín, o incluso de vacaciones, quizás antes de arrojar del todo un peso que le harta.

Parece que esto será un misterio hasta el lunes. En todo caso, en este episodio irreal de nuestra estrambótica realidad política, quedan a la vista dos verdades.

Lo primero, estas cartas marruecas confirman que Marruecos doblega a los políticos españoles. No sólo al PSOE. Si se centró en influir especialmente en éste, es sólo porque, en efecto, es con propiedad el partido del régimen. Y no sólo al desaparecido Podemos, que presentaba un riesgo pro-palestino y pro-saharahui, aunque fuese más nominal que real.

Veremos también cómo, del mismo modo que el Partido Popular es pro-marroquí o pro-mahometano en general en Ceuta, Melilla, e incluso Andalucía, lo será también en el resto de España. Y también llegará a serlo VOX.

La segunda verdad se revela triste. Pedro Sánchez es imagen fidedigna de la sociedad presente. Es el gobernante ilegítimo que merecemos como castigo y, en este sentido, es cuña de la misma madera, por lo que no hay otra peor. La sociedad actual es en gran parte frívola, inane, pusilánime y sensiblera, como lo es la carta. Lo es en su ciudadanía y en sus políticos.

Por eso, la Carta abierta a la ciudadanía de Pedro Sánchez es una proclamación urbi et orbe de nuestra debilidad. Y nuestros enemigos lo registran con atención.

Roberto Moreno, Círculo Antonio Molle Lazo de Madrid

Deje el primer comentario

Dejar una respuesta