
MADRID, ESPAÑA Hoy ha entrado en vigor la «Ley» de eutanasia en España. Algunas agencias de noticias llaman «lagunas» y «flecos » al hecho de que en una materia gravísima como esta no esté regulado el registro denominado «de objetores de conciencia» y lo que es más importante, cómo los ciudadanos expresarán su deseo de no ejercer tal «derecho». En estos momentos la situación varía en función de cada Comunidad Autónoma.
Según la Sociedad española de cuidados paliativos en su informe previo a la pandemia Covid 2019, España está a la cola de Europa en la atención de los pacientes al final de la vida. Ante una realidad que desprende datos como que 80.000 personas mueren cada año sin los cuidados paliativos necesarios, la reacción del Gobierno del presidente Sánchez y de los Gobiernos autonómicos es ofrecer la eutanasia para todos.
Mientras tanto, el presidente de la autodenominada «asociación por el derecho a morir dignamente» se opone frontalmente a los registros de objetores y quiere «poner el foco de la eutanasia» en las zonas rurales para asegurar en ellas la aplicación de esta «Ley».
La «Ley» deberá hacer frente a los recursos de inconstitucionalidad interpuestos, pero entre tanto, surtirá efectos, y con ella España se ha convertido en el séptimo país del mundo en incluirla entre lo que los liberales denominan «catálogo de derechos».
AGENCIA FARO