Las placas de la calle devuelta al general Millán Astray sufren una pintada vandálica

Una de las placas recién a la calle recién restituida a Millán Astray, vandalizada. EP, A. Ortega

MADRID, ESPAÑA- Tras serle devuelta la calle a Millán Astray este agosto por aplicación de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, parece que la decisión no ha sido aceptada por los grupos más revolucionarios y sus afines.

Después de la restauración de la calle dedicada al General Millán Astray, las placas con su nombre han aparecido manchadas con pintura negra, y mensajes laudatorios al pedagogo revolucionario Julia Freire que sustituyó al afamado general en el callejero.

El anterior consistorio de Madrid, presidido por Manuela Carmena, aplicó la «ley de memoria histórica» de 2007 como mecanismo para retirar las calles del fundador de la Legión española.

La citada ley nació con el propósito servir a una damnatio memoriae de hechos previos y posteriores a la Cruzada Nacional. De este modo, el gobierno municipal de Carmena, en 2017, consideró que el General Millán Astray debía ser borrado de las calles de España.

Lo mismo sucedió con el de otros muchos españoles que tras la Cruzada, e incluso en décadas anteriores, fueron reconocidos por sus méritos en servicio de Dios y la patria.

El galardón de una calle en Madrid

José Millán Astray y Terreros (1879-1954), fundó el cuerpo militar de la Legión Española en 1920, de tan ilustre memoria por sus méritos en las guerras del Rif en Marruecos, y especialmente en la Cruzada de 1936 a 1939.  Millán Astray, de enorme vocación militar y ánimo valeroso, se destacó ya con 17 años en la defensa de la población de San Rafael en Filipinas, contra fuerzas mucho mayores de rebeldes tagalos.

Estos servicios, unidos a su personalidad carismática y evocadora de las virtudes militares de los siglos gloriosos de antaño, merecieron al general Millán Astray ser reconocido con una calle en Madrid, ya incluso en 1920.

Es decir, mucho antes de la Cruzada española que se empleó como pretexto para la retirada del nombre de su calle.

Una vez más se pone de manifiesto que leyes como la de memoria histórica son artificios revolucionarios que no se fundan en criterios de justicia o el rigor histórico, sino que operan de modo gratuito.

El propio fallo del TSM remarca que la calle se dedicó Millán Astray por hechos acaecidos en un periodo histórico distinto de los regidos por la ley. Por causa exclusiva de esta arbitrariedad, no puede retirarse el nombre del general empleando la Ley de memoria histórica.

Agencia FARO, Círculo Antonio Molle Lazo de Madrid