Declaración del Círculo Cultural Antonio de Quintanilla y Santiago en relación a la carta abierta a los convencionales de escaños reservados que firmaron los constituyentes de RN y EVÓPOLI.
Hace ya algunas semanas, un grupo de convencionales escribieron una carta abierta a sus pares indígenas electos vía escaños reservados. En ella manifiestan el deseo de ser parte del reencuentro de Chile con sus «pueblos originarios» y de alguna forma reconocer los errores e injusticias cometidas por el Estado de Chile, por la sociedad y por particulares a los diferentes grupos aborígenes asentados al interior del territorio de la república.
El grupo de convencionales que han firmado la mencionada carta manifiestan la voluntad de dialogar y buscar alguna forma de reparar tales injusticias. Dicha misiva nos ha parecido oportuna y atinada, especialmente si de verdad deseamos vivir en concordia y justicia.
No obstante, rechazamos enérgicamente la utilización de las culturas, usos y costumbres, como también de las necesidades de los pueblos indígenas para sostener y amparar causas revolucionarias, ajenas a esos mismos pueblos. También rechazamos la violencia vesánica que se ha dejado sentir en la región del Bío – Bío y en la Araucanía, que sólo ha causado muertes, miedo y destrucción.
Por último, recordamos las palabras del historiador Gonzalo Vial que con un diagnóstico preciso y quizás profético señala: «… la cultura de la etnia imposibilitada de manifestarse y desarrollarse se halla en retroceso, lo que genera fenómenos de desarraigo, pérdida espiritual, ocultación de la ascendencia y resentimiento. Tales fenómenos, unidos a las mínimas condiciones del indígena emigrado (en un mundo que no es el suyo y para lo cual no tiene preparación), lo llevan a manifestar colectivamente su protesta, a menudo con violencia, y muchas veces explotado políticamente».
En este sentido, las actitudes ciegas y estériles de ciertos sectores que aún no comprenden que Chile no es un mercado donde se especule y trafique a su antojo no permiten comprender que esta tierra es patrimonio de aquella tradición fértil señalada.
FARO/Círculo Cultural Antonio de Quintanilla y Santiago