Crónica de la cena de Cristo Rey en Madrid

Imagen de un momento de la celebración, donde se observa a algunos de los asistentes. Agencia FARO

El sábado 30 de octubre, se celebró en Madrid la tradicional cena que, con ocasión de la festividad litúrgica de Cristo Rey instaurada en la encíclica Quas Primas por S.S. Pío XI, organiza en nombre de la Comunión Tradicionalista el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo. Después de un año en el que la situación provocada por la pandemia impidió la reunión, se invitó hasta completar el aforo, en el ambiente elegante del restaurante Paolo, a una generosa agrupación de correligionarios y simpatizantes de la Causa.

Quizás el hecho de la imposibilidad de la cena anterior contribuyó a crear ese ambiente de alegre reencuentro que caracteriza a las buenas amistades. A una vez, la presencia de la sencillez de un grupo de jóvenes universitarios y trabajadores, la elegancia de los veteranos intelectuales de siempre y de nuevas incorporaciones entusiastas, conformaban ese ambiente acogedor y enardecedor, resultante del apoyo mutuo y sincero.

Como es costumbre, en el momento de los postres tuvieron lugar las intervenciones de tres de los invitados.

El primero de los oradores fue el joven D. Antonio Díaz, estudiante de Filosofía. Haciendo uso de la metáfora de la obra de Calderón, «La vida es sueño», instó a los asistentes a trabajar por el Reinado de Cristo, que es el único que es eterno y que se hará plenamente actual cuando «despertemos».

A continuación, D. Juan Andrés Oria de Rueda, profesor de Botánica en la Universidad de Valladolid, se centró en la dimensión de la acción social del carlismo. Como ejemplo, trajo a la memoria la defensa que hizo, frente a las desamortizaciones de las tierras comunales por parte del liberalismo en España, de la concepción tradicional del trabajo en el campo. Destacó, a su vez, el arraigo personal que había tomado en el orador la herencia de los ideales del carlismo, pues recordó la importancia que la militancia de sus antepasados había tomado en él.

Por último, fue el turno de D. Luis Infante, miembro de la Secretaría Política de S.A.R. D. Sixto Enrique de Borbón, quien supo hacer un recorrido histórico apuntando a la razón de ser de la celebración de la fiesta de Cristo Rey. Así, desde Quas Primas hasta Quadragesimo Anno, puso de relieve las condenas al capitalismo y al liberalismo de la doctrina social de la Iglesia. Además, mostró el absurdo de otras formas políticas como es la del comunitarismo. Se centró, en definitiva, en la necesidad de poner como centro de la acción política católica el Reinado Social de Cristo, que se concreta en la restauración de la monarquía tradicional católica.

Finalizando con un gallardo cántico Oriamendi, el personal se despidió una vez más con el ánimo resuelto y renovado.

Agencia FARO