Cómo fragmentar Navarra

EFE

Una triste costumbre se ha establecido en Navarra el día de San Francisco Javier, nuestro patrón. La izquierda abertzale insistió otro 3 de diciembre en la anexión de Navarra a una «república vasca confederal, sin reyes ni gobernantes corruptos». El partido Bildu, de Vascongadas, emitió un mensaje con esta intención. Reclaman «elegir democráticamente y de manera soberana» el estatus jurídico y político de la región vecina.

Aunque la derecha navarra no ha respondido, ni se la espera, estas palabras han molestado al sector constitucionalista. La dinámica de fragmentación se extiende en Navarra. La izquierda reclama un acercamiento a las Vascongadas, que desemboca en el nacionalismo y rezuma desprecio al resto de España. La derecha, centralista y constitucionalista, aboga por la uniformidad y centralización de toda la península.

Cabe recordar que la propuesta de EH Bildu es perfectamente constitucionalista. Se fundamenta en la Disposición transitoria cuarta de la Constitución española de 1978. La situación de continua tensión territorial es consecuencia de un texto ambiguo y absurdo. Una Constitución que pretende reconocer las peculiaridades territoriales, a la vez que unifica todas las regiones. Un federalismo hemipléjico, de diseño confuso y realización inconclusa.

La comunión española, la unidad de España, sólo se ha realizado con la Monarquía Tradicional. Monarquía donde la Religión y el Rey son el fundamento y el lazo de unión de todas las Españas. Sustituir la Religión y el Rey por un trozo de papel es aniquilar España. Y tan eficaz como reemplazar los cimientos de un edificio por unos planos birriosos.

Que nuestro querido patrón San Francisco de Javier proteja al Viejo Reino y lo libere de hordas abertzales y constitucionalistas.

Antonio de Jaso, Navarra.