Fray Juan de San Bernardo: predicando tres días después de muerto

Fray Juan de San Bernardo, José Luis Iorondo

Juan Colman nació entre 1569 y 1570, hijo de Nicolás Colman y probablemente de una mujer india, de quien no se sabe el nombre. Su padre, que era originario de Hampton, Inglaterra vino con la expedición de Don Pedro de Mendoza en 1536.

Juan ingresó a la orden de San Francisco junto con su compañero y amigo, Gabriel de Guzmán que era nieto de Domingo Martínez de Irala y la india Úrsula, e hijo de Alonso Riquelme de Guzmán y la mestiza Leonor. Por este motivo, Gabriel pudo ordenarse sacerdote. Sin embargo, Juan sólo ingresó a la orden como hermano lego. Estos compañeros, durante la toma del hábito religioso recibieron el nombre de San Bernardo y de la Anunciación, respectivamente, siendo llamados desde entonces Fray Juan de San Bernardo, más conocido como Fray Juan Bernardo, y Fray Gabriel de la Anunciación.

Juan era discípulo de Fray Luis de Bolaños, quien destacaba por su constante esfuerzo para la conversión de los indios en la zona del Guairá, junto con Fray Alonso de San Buenaventura. Con espíritu de caridad y simplicidad franciscanas, socorrieron a los indios de la región que estaban azotados por una epidemia mortal, mediante el auxilio a los enfermos y administración de sacramentos.

Fray Luis de Bolaños fue el artífice del primer «Catecismo Guaraní» y del «Rezos», compendio de doctrina cristiana con las principales oraciones, aprobados en el Sínodo de Lima de 1583. En ese trabajo, es casi seguro que Fray Juan Bernardo ayudó a fijar muchas palabras, pues dada su condición de mestizo e hijo de india sabía muy bien los usos y costumbres de los pueblos del Guairá, además de ser público su celo por hacer conocer a Jesucristo entre los indios.

En medio de crispaciones y rebeliones entre los españoles y algunos pueblos de indios del Guairá, principalmente de los paranáes, en 1594 se tienen noticias de que es capturado un fraile lego de la Orden de Santo Domingo con importantes documentos. Piden a Fray Luis de Bolaños para que Fray Juan Bernardo, interceda como mediador. Con temor, Fray Luis permite esa misión. Junto con cuatro indios acompañantes Fray Juan Bernardo se dirige a los montes del Caazapá y es capturado por los indios paranáes, que dejan en libertad a sus acompañantes. Decía a estos indios, que venía junto a ellos para predicarles a Jesucristo y por su hermano de la Orden de Santo Domingo. Los indios, en su desconfianza, quitan los hábitos y muelen a palos a Fray Juan Bernardo. Se entrevista con el cacique principal junto con su consejo, que deciden qué hacer: intentan darle de beber una bebida que es usada para un ritual, a lo cual Fray Juan Bernardo se niega, airando más a los indios, que deciden su muerte.

Con soga al cuello, lo arrastran hacia el lugar del martirio, insistiendo en predicar a Jesucristo, hasta que llegan a un lugar llamado Jahapety. Fray Juan Bernardo pide que lo dejen rezar un momento, luego lo muelen a palos y lo cuelgan del cuello a un árbol. Dicen los testimonios que se resistía a morir, ya que se rompía la soga una y otra vez, mientras Fray Juan Bernardo, seguía en su intento de predicarles a Jesucristo. Luego de muerto, durante tres días, los indios escuchaban su voz predicándoles, y no tuvieron otra que arrancar el corazón de su cadáver y tirarlo al fuego, pero sin comerlo, como acostumbraban en los rituales de ejecución antropófagos.

Una cruz y una tradición oral recuerdan a Fray Juan Bernardo, en Jahapety y en toda la zona de Caazapá hasta el día de hoy.

Federico Vallovera, Círculo Tradicionalista Nuestra Señora de la Asunción del Paraguay