El suicidio, principal causa de muerte entre los jóvenes españoles

PAMPLONA, NAVARRA- Según recientes datos de la Fundación española para la prevención del suicidio, el suicidio se ha convertido en la primera causa de mortalidad entre los jóvenes españoles (15-29 años). Se trata de cifras del año 2019, en el que un total de 309 jóvenes se quitaron la vida. De esta manera, los accidentes de tráfico pasan a ocupar la segunda plaza en cuanto a causa de mortalidad se refiere, siendo 307 las personas de entre 15 y 29 años que murieron por tal causa en el mismo año 2019. Estas cifras suponen un hecho histórico, pues el suicidio no figuraba entre la primera causa de muerte entre jóvenes desde que se tienen estadísticas que calculen tales datos.

Así, desde el año 2010, las muertes por accidentes de tráfico se han visto reducidas en un 40%, mientras que las muertes por suicidio ascienden un 30%. Por su parte, el cáncer se convierte en la tercera causa de mortalidad entre los jóvenes, descendiendo un 33% en el mismo periodo. Cabe preguntarse a qué se debe este aumento de los casos de suicidios, precisamente en la época en que más libres, tolerantes y demócratas nos hemos vuelto. Nuestras neveras están llenas y no pasamos hambre como nuestros abuelos, pero no encontramos motivos por los que debiéramos seguir viviendo.

La Sociedad de psiquiatría infantil (SPI) apunta que el deterioro de la salud mental de los menores se debe a la avalancha de noticias negativas, unida a los ritmos irregulares de sueño. Sin dejar de ser cierto, hay que ser ingenuo para pensar que los únicos motivos por los que aumentan vertiginosamente los casos de suicidio son el acceso a noticias negativas y que los chavales no duerman bien.

Es importante destacar el hecho de que estos datos se refieran a los jóvenes, es decir, gente supuestamente sana y con un futuro por delante. Es imposible hacer un análisis perfecto de las verdaderas razones que se esconden de fondo para que grandes cantidades de jóvenes decidan quitarse voluntariamente la vida. Tampoco es esa la intención de estas líneas. Simplemente es importante que estos datos sirvan como reflexión y posible punto de inflexión para poner en tela de juicio el orden constituido, el cual pretende convencernos de que nos encontramos en el punto álgido de la historia de la humanidad y en la cumbre del progreso, mientras que somos incapaces de ofrecer a las generaciones venideras unas convicciones y motivos por los que merezca la pena vivir.

Agencia Faro, Navarra. A. De Jaso