El diputado de la «Asamblea de Madrid» Serigne Mbayé, antiguo portavoz del sindicato de «manteros», ha pedido acabar con la tradición de los Reyes Magos al considerarla «racista».
Esa afirmación pone en evidencia una ignorancia absoluta del significado de la festividad de la Epifanía y de los Reyes Magos. La Epifanía es lo contrario a una celebración racista, como dice el introito de la Misa del día: «nos redimiste en tu sangre, Señor, de todas las tribus, lenguas, pueblos y naciones, y nos hiciste reino de nuestro Dios». En la Navidad y Epifanía se anunciaba la redención de los pecados que tendría lugar en el sacrificio de la cruz en Viernes Santo.
En definitiva, la Epifanía manifiesta que el racismo no es ni puede ser católico.
Posteriormente, el diputado podemita ha matizado su mensaje en este sentido: «a favor de Baltasar, de un Baltasar real. Ninguna necesidad de pintarse para intentar ridiculizar». Ha terminado criticando que personas blancas se disfracen de negros.
Sin embargo, la cordura se mantiene. Si en alguno de los centenares de municipios españoles que celebran una cabalgata de Reyes no hay ninguna persona negra que pueda representar al rey Baltasar, seguirá actuando algún lugareño disfrazado, como siempre se ha hecho y sin ninguna intención insultante.
Agencia FARO
