Villarías se queda desierto: sin industria no hay futuro para los pueblos

A. Rodrigo

ESPAÑA- La pedanía burgalesa de Villarías fue recientemente absorbida por el ayuntamiento vecino. La falta de recursos económicos y de servicios, sumada a las trabas burocráticas, acelera la desaparición de estas entidades municipales y agrava la despoblación.

Los nobles orígenes del antiguo marquesado de Villarías se remontan al siglo XI. La existencia de esta localidad milenaria ha finalizado con su absorción por parte del municipio de Villarcayo.

Casos como el de Villarías son comunes en las provincias de Santander, Palencia y Burgos, del norte de Castilla. Villarcayo, capital de las Merindades de Castilla la Vieja, ha tramitado hace poco la supresión de las pedanías de Quintanilla Sociguenza y Lechedo, además de la mencionada de Villarías. Todas ellas llevaban varias legislaturas sin alcalde pedáneo. La de Campo, también sin alcalde desde 2019, corre el mismo peligro.

El padre de Benjamín Alonso, Guillermo Alonso, fue el último alcalde pedáneo de Villarías. Realizó grandes esfuerzos para la reactivación de la economía y gestionó las obras de restauración la parroquia románica del pueblo. A pesar de todo, la recuperación de Villarías no parece posible.

El último remedio al que se aferran estos pueblos es el turismo. Sin embargo, Benjamín afirma en el Diario de Burgos que «el turismo se ha acabado». Critica la gestión económica de las administraciones y la falta de coordinación para crear tejido industrial en el lugar: «sin industria no hay futuro para los pueblos de la comarca».

Villarías se menciona en la carta de fundación del Monasterio de San Salvador de Oña, dada por el conde de Castilla Sancho García. El Rey Felipe V de España lo creó como marquesado en 1739 y lo dio a su secretario, Sebastián de Cuadra.

FARO/Círculo Antonio Molle Lazo de Madrid.