¿Hay lugar para los afganos? (I)

Llegada de afganos. El Confidencial Colombia

Hace poco el presidente Iván Duque anunció que Colombia aceptaría a 4000 refugiados afganos, los cuales, asegura, permanecerán en la capital del país. Lejos de ser un acto caritativo, es una muestra de la sumisión a la hegemonía de la OTAN; con tal de quedar bien ante Joe Biden, cualquier cosa. ¿Exactamente quiénes vendrán a Colombia? Es difícil saberlo.

No obstante, si hay una característica peculiar de Colombia es la poca cantidad de migrantes que ha recibido a lo largo de su historia. Si excluimos las recientes migraciones de venezolanos, el porcentaje de inmigrantes en Colombia sería despreciable. Incluso cuando las élites liberales decimonónicas intentaron fomentar la migración de germanos, éstos nunca llegaron.

Los pocos europeos que llegaron fueron muy mal recibidos. Entre 1876 y 1877 se desarrolló la Guerra de las Escuelas, donde el pueblo católico se alzó en armas contra el gobierno liberal que buscaba contratar maestros protestantes suizos y alemanes. La guerra la perdió el pueblo católico, pero el gobierno fracasó en su reforma educativa. Unos años más tarde Rafael Núñez llegaría a la presidencia, aliado con Miguel Antonio Caro y comenzaría la Regeneración.

A Colombia vinieron entonces unos pocos alemanes. El más importante de ellos fue el judío Leo Kopp, fundador de la Cervecería Bavaria, la cual se encargaría de desprestigiar la chicha. No obstante, no todo fue malo; llegaron también siriolibaneses que huían de la persecución cristiana del Imperio Otomano. Apodados como turcos de manera despectiva, en un principio no fueron bien recibidos, en especial por los liberales que veían en ellos una mala raza.

Incluso el célebre Jorge Eliécer Gaitán se opondría al futuro presidente Julio César Turbay sólo por su herencia árabe. Turbay por desgracia fue parte del partido liberal y pocas cosas buenas se pueden decir sobre su persona, salvo su indudable carisma. Los libaneses y sirios triunfaron como comerciantes y aceptando los ritos latinos de la Iglesia,   elementos de su cultura.

En Colombia también acabó instalándose otro grupo católico: los lituanos. El lector puede deducir que efectivamente inmigraban cristianos en su mayor parte. Entre los lituanos surgiría el político progresista Antanas Mockus, en el cual no hace falta profundizar, salvo que fue presidenciable en el 2010.

Volviendo a Asia y preparando el terreno para hablar de los afganos, hubo una segunda migración árabe, esta vez mahometana. En el municipio de Maicao reside una importante población árabe, la cual sorprendentemente convive de manera pacífica con los wayúu y demás colombianos. Allí se ubica la tercera mezquita más grande de Hispanoamérica y su actual alcalde, Mohamad Jaafar Dasuki Hajj, es el primer musulmán en Colombia en ocupar una alcaldía. (Continuará)

Carlos Restrepo, Círculo Gaspar de Rodas de Medellín