En la onomástica de Doña Magdalena

Doña Magdalena de Borbón Busset y Don Javier I

Hoy, 22 de julio, celebramos la festividad de Santa María Magdalena y, por tanto, también la onomástica de S.M.C. Doña Magdalena de Borbón Busset, última Reina legítima de España por su matrimonio con Don Javier I. Esta fecha nos brinda una excelente oportunidad para compartir algunas reflexiones en La Esperanza.

Escribe Monseñor Ignacio Barreiro Carámbula que «la esperanza no significa solamente estar firmemente convencidos de la verdad de las promesas de Cristo respecto a la salvación en el Cielo, sino también creer que Él nos dará los medios de alcanzar esa salvación mientras luchamos en este mundo». Pero el mundo nos empuja en la dirección contraria: las posibilidades de una restauración del orden social y político parecen cada vez más lejanas, casi inalcanzables. A muchos pierde la tentación, siempre presente, de abandonarse a la desesperanza.

Tampoco los carlistas están libres de esa tentación. Es cierto que tres guerras perdidas y una paz secuestrada no son muy alentadoras. Pero «debemos también —continúa Carámbula— ver señales positivas en la sociedad contemporánea. […] Sería muy peligroso y, más aún, pondría en peligro nuestra salvación, el ser dominados por un espíritu totalmente negativo que se niegue a ver las pequeñas señales de esperanza que nos envía el Señor».

La historia del Carlismo está plagada de esas pequeñas señales de esperanza, señales que a menudo han encarnado personas concretas y que han mantenido viva la Causa por casi dos siglos. ¡Cuántas adversidades se han resuelto con la impetuosa decisión de una alma recia que no se doblega! ¡Cuántas incertidumbres se han disipado con el paso firme de un espíritu incorruptible! Doña Magdalena perteneció a esa clase de personas: de impronta típicamente carlista, su apoyo incondicional a Don Javier I recuerda al de una abnegada Doña Margarita de Borbón Parma a Don Carlos VII; y su reacción contra la traición de su hijo Carlos Hugo recuerda, aun con tintes más dramáticos, a la de una insobornable Doña María Teresa de Braganza contra Juan III. Encarnó esa esperanza que no sólo es virtud teologal, sino también virtud moral que se opone a la pusilanimidad. No en vano el lema de los Borbón Busset es, precisamente, «Esperanza».

Hoy, además, celebramos otra efeméride importante: el nacimiento de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón.

Manuel Sanjuán, Círculo Cultural Juan Vázquez de Mella