ESPAÑA- Virués perdió su junta vecinal y se convirtió en parte del municipio vecino, como ha sucedido con tantas pedanías del norte de Castilla. Sólo quedan 3 vecinos empadronados, que llevaban sin alcalde pedáneo varias legislaturas. Así languidece la España vaciada. Estas aldeas pedáneas son comunes en provincias del norte de Castilla, como Santander, Palencia y Burgos. La situación material se agrava por los obstáculos administrativos.
En Virués viven regularmente seis personas. Algunos vecinos están empadronados en otros lugares, para acceder más fácilmente a la sanidad pública. Sin poder prestar los servicios básicos y sin medios de producción, entidades locales menores como las pedanías decrecen en número a causa de la emigración y el envejecimiento. Su escasa capacidad para hacer frente a sus problemas culmina con la extinción de sus juntas vecinales.
Así lo detalla Isabel López, alcaldesa de Trespaderne, municipio que absorbió a Virués: «el pueblo pierde toda potestad sobre sus bienes, que pasan a ser propiedad del Ayuntamiento absorbente». La alcaldesa relataba en el Diario de Burgos que le embargaba «una pena horrorosa» al tramitar la supresión de la junta vecinal de Virués. Como resultado del proceso de absorción, Virués se ha convertido en un barrio de tres habitantes del municipio de Trespaderne.
La situación material de las pedanías se agrava por múltiples obstáculos adminstrativos. Para los alcaldes pedáneos, «la dificultad de la burocracia es tremenda»: «Se lo ponen todo cuesta arriba», remarcaba la alcaldesa de Trespaderne.
Virués recuerda un tiempo no tan lejano cuando todas sus casas se llenaban en verano y Semana Santa. El pueblo tenía vida y había niños en sus calles. El lugar retenía a su población gracias al reclamo de la presa del Jerea, con su fantástica zona de baños. Sin embargo, unas obras públicas ocasionaron hace unos años el derrumbe accidental de la presa, con la consiguiente desaparición del área apta para la presencia de bañistas y veraneantes. De esta manera despareció la principal fuente de recursos económicos de Virués, que quedó sin ingresos suficientes para sostener los servicios básicos de su población, y abocado a su desaparición.
Agencia FARO, España.