San Juan Crisóstomo contra los herejes

San Juan Crisóstomo. Museo Nacional del Prado

Desde su columna del periódico El País del pasado 23 de enero, Juan José Tamayo cita a Antonio Pau, quien pone esta afirmación en boca de San Juan Crisóstomo: «Matar herejes es introducir en la tierra un crimen inexpiable».

Hoy día 27, en la fiesta de este santo Padre de la Iglesia, para defender su honor frente a una cita parcial y sesgada de quien lo coloca en pie de igualdad con el heresiarca Lutero, incluimos la frase en cuestión en el contexto de la homilía número 46 sobre el Evangelio de San Mateo. relativa a la parábola del trigo sembrado por el Señor, y la cizaña sembrada por el demonio:

«… porque no se debe matar al hereje, pues sería como desencadenar una guerra sin cuartel sobre la tierra entera.

Por dos razones, retiene el amo a sus criados: primera para evitar que dañen al trigo; segunda porque el castigo ha de alcanzar irremediablemente a los que sufren de esa enfermedad incurable. De suerte que si queréis que sean castigados y lo sean sin daño del trigo, esperad al tiempo conveniente. Lo de: No sea que arranquéis juntamente el trigo con la cizaña, quiere decir estas dos cosas, o que de mover armas y matar a los herejes habría por fuerza que envolver también en la matanza a muchos santos, o que es probable que muchos de los que de momento son cizaña se conviertan todavía en trigo. Si, pues, la arrancáis antes de tiempo, dañáis a los que podrían convertirse en trigo matando a quienes todavía cabe que se conviertan y se hagan mejores. No prohíbe, pues, el Señor que se reprima a los herejes, que se los reduzca a silencio, que se corte su libertad de palabra, y no se les consienta reunirse y confabularse entre sí…»

Como se puede comprobar, San Juan Crisóstomo reconoce el derecho de las autoridades cristianas a silenciar herejes revoltosos, y, en su caso, a imponer sanciones de diverso tipo, en la medida en que desobedezcan a esa autoridad y destruyan el bien común. Las palabras de este santo Patriarca de Constantinopla están muy lejos de justificar y alentar la presencia de herejes en la Iglesia de Cristo.

Y ya que a los herejes Pau y Tamayo les gusta tanto San Juan Crisóstomo, podrían citar sus homilías contra judíos y judaizantes, de una violencia tal que en los estados liberales de hoy incurrirían en delito; mas lo que en ellas dice el santo doctor es sententia communis de los Padres de la Iglesia, asimismo muy inclinados a la represión de herejías y de herejes.

Que san Juan Crisóstomo interceda para restaurar la unidad católica, que extirpa herejías y silencia herejes.

 

Rvdo. P. D. José Ramón García Gallardo, Consiliario de la Comunión Tradicionalista.