22. Están aquellos que creen que la realeza está desacomodada a los tiempos que corren, que pudo haber sido un problema de Pilato, o una pretensión de David, pero que ya no lo es, por lo que resulta imprudente reunir voluntades bajo la bandera de Cristo Rey, porque carece de atractivo al hombre contemporáneo y hay que acomodarse, a lo que los hombres hoy quieren, allanarse a la democracia, a la libertad de religión.
Que es como decir que los dogmas evolucionan y su contenido varía en la historia, lo que repugna a la «eternidad» y la «universalidad» de la realeza de Cristo. Son los católicos liberales y progresistas.
Juan Fernando Segovia, Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II