26. Volvamos a San Pablo. No debemos huir del mundo, estamos en él. Lo que No tenemos que hacer es homenajearlo, servirlo. Es una gran paradoja de la vida católica (Etienne Gilson, «L’intelligence au service de Christ-Roi», en Christianisme et philosophie, París, Vrin, 1949, págs. 142 y ss.).
Sabemos que el mundo está condenado, porque es la negación de la gracia. El mundo separa naturaleza y Dios. Es el naturalismo, que daña nuestra inteligencia y mella nuestra voluntad.
Juan Fernando Segovia, Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II