«El Círculo de El Madroño»: Literatos tradicionalistas del Santo Reino de Jaén (I)

Comienzos del siglo XX, en la población de Martos, en el Cortijo del Madroño, residencia del poeta D. Francisco de Paula Ureña Navas, se daban cita intelectuales tradicionalistas, que podemos denominar con propiedad «Grupo Literario», como afirma D. Manuel Fernández Espinosa en su ensayo «La poesía en Jaén: D. Francisco de Paula Ureña Navas y el grupo literario “El Madroño”»:

«El hecho de constatar la existencia efectiva de una pléyade de periodistas, dramaturgos, críticos literarios, novelistas y poetas, todos naturales y/o residentes en la provincia de Jaén, no sería suficiente para que pudiéramos hablar de un grupo literario; pero el hecho de apreciar que todos ellos estaban relacionados y compartieron, como es el caso, un mismo espíritu y una tendencia estética y ética que tienen en común, sí que creo que comporta un sólido fundamento como para hablar con total libertad de “grupo literario” –ya que no de “generación”, dada la diferencia de edades de los integrantes del mismo».

La obra de los literatos que conforman este Grupo se caracterizó por un combate permanente contra el liberalismo, contra aquella tendencia de sus contemporáneos, pagana y antiespañola, con el objetivo de reconquistar los ámbitos culturales. En estética, el grupo menospreciaba la moda modernista en literatura y apostaba fuerte por el casticismo y los metros clásicos en poética. Mientras que, en filosofía, los referentes eran Jaime Balmes, Donoso Cortés, Juan Manuel Ortí y Lara, Menéndez Pelayo, Juan Vázquez de Mella y los Nocedal. 

La España inmortal, la profunda Fe que la funda y configura, la lucha y reivindicación de la Hispanidad, será su temática permanente. Y siempre desde una vivencia carlista sin fisuras, que les acarreará, a su gran mayoría, el martirio en el Cruzada del 36. En palabras de D. Francisco de Paula:

«Cuando el Evangelio esté por entero vaciado en los hombres, verán éstos cuánto es divina su substancia y su médula, y cómo se hace el gran milagro de que todos los hombres se amen y, en este y por este amor, alcancen la felicidad que es aquí posible. Entonces, al revés de lo que muchos esperan ―cándidos anheladores, o utopistas más o menos cándidos, de una riqueza general, impracticable y absurda―, no habrá en el mundo más que pobres… pero pobres de espíritu ―hoy tan raros―; y terminarán, por sí solas y para siempre, la envidia y la ambición, que, juntas o separadas, fueron y son causa de males sin cuento».

No fueron pocos los que integraron este selecto Grupo aglutinado alrededor de la persona de D. Francisco: el escritor D. Luis Carpio Moraga, el periodista e historiador D. Vicente Montuno Morente, el poeta y maestro D. Eugenio Molina Ramírez de Aguilera, el poeta Bernardo Ruiz Cano, Ildefonso Vargas, Manuel Mozas Mesa y Francisco Blanco Nájera, entre otros.

(Continuará)

Roberto Gómez Bastida, Círculo Tradicionalista de Baeza