El presidente francés Emmanuel Macron ha manifestado su determinación de apoyar las operaciones militares de la CEDEAO contra Níger. Ha confirmado las órdenes que el ministro de asuntos exteriores dio a su embajador en Níger: permanecer en Niamey, porque no aceptan órdenes del Consejo Nacional nigerino. También ha advertido del peligro de debilitar a los países europeos en un contexto internacional con gran competencia entre diversas potencias.
Los países de la CEDEAO hacen declaraciones en tono bélico, pero van retrasando poco a poco la intervención en Níger. Malí y Burkina se oponen frontalmente y a ellos se ha sumado Benín. Nigeria ha encontrado una gran oposición en el Senado y entre parte de la población. Senegal ya atraviesa una situación bastante conflictiva desde un punto de vista interno.
Diga lo que diga Macron, los franceses podrían ser expulsados de Níger, tal vez sin disparar ni un solo tiro. Después de que el ministro de asuntos exteriores francés manifestó que no abandonarán la embajada en el país porque no reconoce órdenes del actual gobierno, las autoridades nigerinas han cortado la electricidad y el agua al edificio diplomático. Estos cortes se han extendido a los consulados de Francia en Niamey y Zinder. Se ignora cuánto podrá resistir el personal en esas condiciones que, por otra parte, son las que soporta el 80% de la población de forma habitual.
Los mismos cortes de agua y de luz sufren desde las últimas horas de ayer las bases militares francesas en el país. Además, el gobierno de Níger cortará el suministro de alimentos. A esos cortes se unen las manifestaciones de cientos de miles de personas a sus puertas, que reclaman su partida inmediata. Algunos manifestantes afirman que solamente van a esperar 10 días antes de atacar su base.
Mientras, Mali ya ha movilizado contingentes de fuerzas especiales. Destaca en ellos la presencia de armamento proporcionado por China.
Agencia FARO
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