MÉJICO, CIUDAD DE MÉJICO- El presidente López Obrador leyó públicamente la carta enviada hace meses al Jefe de Estado español. En ella exige el ofrecimiento de disculpas a Méjico, no sólo por los «crímenes cometidos durante la conquista», sino además por «innumerables violaciones a las leyes entonces vigentes» en el posterior tiempo virreinal. López Obrador realizó la lectura el pasado lunes 11 de enero.
En marzo del año pasado, el mandatario Andrés Manuel López Obrador, envió esta carta al Jefe de Estado de España, Felipe llamado el VI. También dirigió otra misiva al Papa Francisco para exigir disculpas por los 500 años de la conquista española, en el marco del medio milenio de sus celebraciones.
UNA EXIGENCIA HISTÓRICA AL MARGEN DE LA HISTORIA
La carta muestra juicios anacrónicos y un desconocimiento general de la historia del Méjico hispánico. La epístola manifiesta una ignorancia sobre la eficacia de las leyes e instituciones del antiguo régimen virreinal. El orden hispánico siempre juzgó de forma justa cualquier abuso denunciado, a través de instancias que velaban por las libertades populares de aquel tiempo. Cabildos, Consulados o Repúblicas de Indios funcionaron para preservar el bien común y prevenir los atropellos. De hecho, las Repúblicas de Indios se encontraban aseguradas en el derecho indiano mucho mejor que en tiempos de «respeto a los pueblos originarios».
La campaña epistolar del presidente de Méjico se remite en el marco de los 500 años de la fundación de la patria mejicana que celebra el Estado, aunque Méjico no existía antes de la independencia o de la conquista. En la carta también se resalta que las autoridades de Fernando VII no reconocieron la independencia o sus intentos de reconquista. Estos esfuerzos trataban de preservar Unidad Católica de las Españas por parte de los reyes, frente al liberalismo anglosajón y de cuño protestante.
«El presidente mejicano pretende reforzar el odio anti hispánico en las masas del país en la base de los ideales liberales desde el siglo XIX», declara el responsable carlista de Méjico, A. Gutiérrez. «Con ello se propone obtener numerosos adeptos en los festejos del bicentenario independentista. Es previsible que el presidente no exigirá las disculpas que ahora tanto reclama al gobierno de los Estados Unidos por las dos invasiones perpetradas al territorio nacional. La primera, en 1847, trajo la destrucción del territorio. La otra, a inicios del siglo XX, devastó la ciudad portuaria de Veracruz. Eso sí, ambos ataques, estando ya implementada la República mejicana».
FARO/Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta
