Es de destacar el sermón del sacerdote, quien desenvolvió una docta y provechosa catequesis mediante la explicación de los fundamentos doctrinales del tetralema carlista: Dios, Patria, Fueros, Rey. Nos instó a defenderlo con nuestra propia vida, recordándonos la necesidad de ampararnos en las buenas instituciones así religiosas como políticas en la lucha por el Reinado social de Ntro. Sr. Jesucristo.
Terminada la ceremonia, los concurrentes al acto fuimos al restaurante, donde se había preparado el almuerzo, y pasamos a una sala especialmente preparada para la ocasión a fin de cumplir exactamente, también allí dentro, con las medidas sanitarias impuestas por el gobierno de facto de la llamada «Generalitat».
Al acabar el ágape fraterno, en medio de los cafés llegó momento del acto político de rigor, cuya presentación corrió a cargo d. V. Ibáñez, recordando que no hay mayor acto de caridad que el martirio y la esperanza en la Misericordia divina. Después habló la distinguida margarita y miembro del círculo dª H. Escolano, que expuso cómo llegó a conocer el Carlismo para terminar adhiriéndose a la Causa.
Este testimonio resultó muy edificante a los circunstantes, que vieron un fruto más de la incesante labor de apostolado político de la Secretaría de la Comunión Tradicionalista, ponderada por la margarita en las personas de d. José Miguel Gambra y d. Miguel Ayuso.
El Presidente del Círculo Tradicionalista Ramón Parés y Vilasau, d. E. Jiménez, cerró el acto con su parlamento. Tras las salutaciones de costumbre, el jefe del círculo de Barcelona explayó la razón de ser del acto: el doble propósito de honrar a los Mártires de la Tradición y la presentación pública del Círculo Tradicionalista Ramón Parés y Vilasau, en este su primer acto de importancia.
FIN DEL ACTO: HONRAR LA SANGRE DEL MÁRTIR
El Presidente del Círculo se refirió brevemente la vida de don Ramón Parés y Vilasau, carlista barcelonés, muerto in odium fidei por las balas marxistas en 1936. Don Ramón fue asesinado a traición, cuando se dirigía de Barcelona a Tarrasa a declarar en un juicio por carlista. El discurso ponderó este ejemplo, recibido por nuestro predecesor.
A continuación se consideró la gran necesidad de la celebración de este acto en cuanto a su naturaleza política, señalando el gran interés de la masonería en acabar con todos los lazos familiares y sociales, razón profunda de muchas de las actuales restricciones que aprovechan la situación concomitante. Y es que, en dichos lazos, se halla el último obstáculo para la ultimación del llamado Nuevo Orden Mundial, y también la posibilidad de reconstrucción del tejido de la sociedad tradicional. Porque la familia y los vínculos comunitarios están fundamentados en el amor del hombre por sus semejantes, y no en inexistentes contratos sociales rousseaunianos.
El Presidente del Círculo barcelonés, d. E. Jiménez, desgranó cómo el éxito de la reconstrucción de la sociedad tradicional radica en que se asiente sobre los buenos y verdaderos principios, cuya protección y defensa lleva a cabo la Comunión Tradicionalista con los medios a su alcance. Renunciar a dichos principios, enteramente o en parte, ha llevado a muchos al fracaso, al actual estado de postración moral, intelectual, política y religiosa que sufre Cataluña.
Ante esta desolación, se muestra el gran acierto de la labor intelectual y doctrinal de la Comunión, la pujante lucha cultural desde La Esperanza y los medios de la Comunión, todo ello realizado bajo la autoridad de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, Abanderado de la Tradición, como no puede ni debe ser de otra forma.
Esperamos que este acto, que tan felizmente se ha celebrado, permita avanzar en la restauración de lo que otrora fuera el noble carlismo catalán. La última esperanza para el Principado de Cataluña, sanación de una de las más generosas regiones de las Españas, reconquista de uno de los antiguos pueblos de la Cristiandad.
FARO/Círcol Tradicionalista Ramon Parés y Vilasau