El PSOE, y con él todo el Régimen del 78, entregado al sultanato de Marruecos

Ha reaparecido en los medios la exministra María Antonia Trujillo Rincón (en la imagen, entre su difunto amante marroquí Nordin Fatah y el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón) a consecuencia de sus radicales afirmaciones el sábado 3 de septiembre en Tetuán: «Ceuta y Melilla y los peñones e islotes suponen una afrenta a la integridad territorial de Marruecos». Estas palabras de la exministra socialista y muchas otras en el mismo sentido formaban parte de su intervención en el I Congreso Internacional «Relaciones hispano-marroquíes: presente y futuro», en el que también participa el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

El PSOE de Ceuta y el PSOE de Melilla han reaccionado con comunicados que compatibilizan frases rotundas en defensa de la españolidad de esas ciudades con otras que las atenúan. Bien saben que el Régimen del 78 busca desde sus mismos orígenes (promesas de Juan Carlos a su «hermano» Hassán II, de las que en el pasado informó cumplidamente FARO) entregar los restos de la España africana al sultanato de Marruecos, satélite de los EE.UU., de la República Francesa y del Estado pirata de Israel. Dicha política, como la propia exministra Trujillo recordaba, empezó ya bajo el franquismo.

Las únicas excepciones a la constante política promarroquí de los gobiernos de Madrid fueron la inicial resistencia a la entrega del Sahara Español en los años 1974-1975 (resistencia desbaratada por la traición de Juan Carlos, «Príncipe de España» a las órdenes del Departamento de Estado norteamericano) y la recuperación del islote Perejil en 2002 (de la cual también informó FARO cumplidamente en su momento). Fue éste un empeño personal del entonces Presidente del Gobierno, José María Aznar, contra su propio Partido Popular, y que el mismo Aznar devaluaría con su inmediata aquiescencia a las negociaciones impuestas por los EE.UU. tras la reacción española.

El romance entre el Usurpador asentado en Madrid y el Sultán con residencia oficial en Rabat y real en París, tan bien representado por el desconsolado llanto de Juan Carlos en los funerales de Hassán II, se renueva actualmente entre Felipe Juan y Mohamed VI. Y voces de segunda fila como la de la exministra Trujillo dicen lo que procuran callar las voces de primera fila del Régimen del 78: todo para Marruecos y sus patrocinadores. Todo contra España.

Agencia FARO