BRUSELAS, BÉLGICA- La Unión Europea ofrecerá a Erdogan otros 6.000 millones de euros más para que Turquía controle el flujo migratorio hacia la UE. Este dinero se condona en el marco del acuerdo migratorio entre la UE y Turquía, con la expectativa de aliviar la tensa relación con el Estado turco.
- Sánchez: la prioridad es «darle una acogida digna» a los irregulares que han llegado a Canarias
- Comienzan las «políticas de solidaridad»: el Gobierno traslada las cuotas asignadas de inmigrantes de Canarias a la Península
El acuerdo migratorio, que se firmó hace cinco años (20 de marzo de 2016), tuvo por objeto bloquear un ingente tránsito de inmigrantes en la frontera oriental de algunos países miembro, que afectó especialmente a Grecia.
Sin embargo, Turquía ha cumplido su parte del acuerdo con altibajos durante estos cinco años, dependiendo del buen estado de las relaciones diplomáticas con la Unión Europea. Dicho cumplimiento ha tenido que reforzarse con varias donaciones de dinero adicionales a Turquía, como en esta ocasión.
La retirada de Erdogan de la Convención de Estambul este sábado supone el último vaivén diplomático. La UE ha recriminado a Turquía por medio de su Alto representante para Política Exterior, el ex-ministro español Josep Borrell, según informa EFE.
Para evitar un deterioro mayor de las relaciones, los 27 países miembro de la UE han decidido ofrecer, hoy lunes, otros 6.000 millones. Con ello, esperan adelantarse al aumento de la presión migratoria que anteriormente ha motivado la reafirmación del tratado. Las autoridades europeas también aspiran a estabilizar la relación con el socio turco.
REGULARIZAR LA INMIGRACIÓN DE ÁFRICA Y EL CERCANO ORIENTE: UE Y ESPAÑA
La UE promovió el acuerdo para cortar una inmigración irregular en un momento en que ésta era ingente, de modo que se pudiese tramitar y regular. La población que llega proviene fundamentalmente de países del norte de África y del Oriente cercano, generalmente de confesión mahometana.
A fin de regular la inmigración, estipuló un mecanismo para regular y establecer a los inmigrantes admitidos, que ha consistido en las políticas de solidaridad o políticas de cuota, empleadas desde 2017. Desde entonces, la Comisión europea ha asignado a cada país miembro un porcentaje de población inmigrante admitida para que su acogida.
Esta política migratoria impuesta al común de países miembro ha sido asumida por varios de ellos como estrategia propia. Es el caso de España, que ha empleado este criterio para repartir inmigrantes entre los diversos territorios autonómicos.
Uno de los índices para medir la regularización de población inmigrante son las cifras de nacionalización. En 2019, los Estados de la UE nacionalizaron a más de 700.000 personas. España es el cuarto país que más inmigrantes nacionaliza: fueron 90.000 sólo en ese año.
El rápido ritmo de nacionalización en España lo superan únicamente Alemania, Francia e Italia. Junto a Suecia y España, estos países concentran el 75% de las nuevos títulos de ciudadanía que se conceden en países de la UE, según informa SM.
LA CONTENCIÓN EN TURQUÍA ACRECIENTA LA PRESIÓN MIGRATORIA EN LA FRONTERA ESPAÑOLA
El bloqueo del flujo migratorio oriental ha incrementado en estos últimos años la presión sobre las fronteras de los países occidentales de la UE, como Italia y, especialmente, España.
El cierre de la vía asiática y la mediterránea ha acrecentado exponencialmente el tránsito por la vía atlántica, cuyo uso era infrecuente debido su trayecto peligroso.
No obstante, la llegada de inmigrantes irregulares a las Islas Canarias en el último año ha sobrepasado los 20.000 en 2020.
En las fronteras españolas influye también un factor de política exterior: la relación con Marruecos, otro país mahometano con el que existen acuerdos migratorios particulares. En este caso, se trata de tratados entre España y el Estado alauita.
FARO/Círculo Antonio Molle Lazo de Madrid
