Muchos bosques por salvar en el día del síndrome de Down

La belleza de una niña con síndrome Down. Asociación Española de Pediatría

El pasado 21 de marzo se celebró la novena versión del Día Mundial del Síndrome de Down. Paradójicamente, esta celebración fue instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas, organización que ha dedicado grandes esfuerzos a la promoción de programas de aborto para la reducción de la población discapacitada, incluyendo a quienes sufren de este síndrome.

Según la resolución de la ONU que aprobó esta designación, el Día Mundial del Síndrome de Down busca «generar una mayor conciencia pública (…) y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual» (1); sin embargo, en la aplicación de los protocolos de «equidad de género», y en íntima relación con las indicaciones para el acceso al aborto en todo el mundo, los organismos de las Naciones Unidas han sido agentes importantes en el estímulo al aborto selectivo que ha conducido a que la población con síndrome de Down se reduzca hasta el límite de la desaparición.

Así, diferentes instrumentos asociados a conferencias mundiales desarrolladas por Naciones Unidas (como las de El Cairo, 1994, y Pekín, 1995) contemplan, dentro de los llamados «derechos sexuales y reproductivos», el de «decidir de manera libre y responsable la posibilidad de ser padres o madres». Éste se ha interpretado en el sentido de exigir a los Estados la despenalización del aborto –al menos parcialmente en aquellos países con mayores restricciones− bajo un sistema de indicaciones que incluya el aborto eugenésico en casos de malformación fetal, de acuerdo con recomendaciones de órganos del sistema de Naciones Unidas como el comité para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) (2).

El descenso en las cifras anuales de nacimiento de niños que padecen este síndrome en países que han despenalizado y/o legalizado el aborto voluntario es escandaloso: en España solamente, el diagnóstico prenatal del síndrome ha contribuido notablemente a la reducción de esta población, pues ha pasado de tener alrededor de 300.000 personas a contar con apenas 35.000 y se observa una tendencia a cero de las parejas que llevan el embarazo a término a pesar del diagnóstico.

De acuerdo con estimaciones de expertos, para 2050 no habrá nacimientos de niños Down en España (3). Y es que esta tendencia no es exclusiva respecto al síndrome de Down, pues desde que se despenalizara esta práctica en 1985, el aborto eugenésico ha crecido en un 245% según estadísticas oficiales (4).

La situación de la población con síndrome de Down es especialmente crítica en los llamados países desarrollados: en Reino Unido se ha producido un descenso del 30% de nacimientos con este diagnóstico en los últimos años, en Islandia el promedio de nacimientos en la última década se sitúa en 2 niños por año y en Europa occidental se estima que la media de reducción de estos nacimientos por causa del aborto voluntario fue de 54% en el periodo comprendido entre 2011 y 2015 (5).

Parece ser que, más pronto que tarde, la celebración del Día Mundial del Síndrome de Down será del todo sustituida por el Día Internacional de los Bosques, cuya conmemoración se realiza a instancias de las Naciones Unidas el mismo 21 de marzo de cada año desde 2012.

Fuentes:

Catalina Gutiérrez, Margaritas Hispánicas