PANAMÁ- La pandemia ocasionada por el nuevo coronavirus trajo consigo decisiones del ejecutivo sobre el Estado panameño pobremente evaluadas. Cierres de fronteras y establecimientos, restricciones de movilidad o uso obligatorio de mascarillas en todo momento han figurado entre las medidas que se tomaron para prevenir la propagación del virus.
Uno de los sectores económicos más devastados por estas restricciones es el turismo, sector que representa una parte significante de la economía. En 2018, el turismo constituyó un 10% del producto interno bruto de Panamá. El país recibía más de dos millones de visitantes por año, que aportaban una cantidad superior a los $4,600 millones de dólares estadounidenses.
El sector representó una fuente crucial de empleos, que antes de la pandemia generaba 240 mil plazas de trabajo en un país de casi 4 millones de habitantes. Este campo laboral caracterizaba, junto con el financiero, a Panamá como un país de servicios, además de otros tipos de actividades económicas, por ejemplo, la manufactura.
Sin embargo, los cierres y restricciones anteriormente mencionados por parte del gobierno panameño han sido devastadores para el sector. En la actualidad, el movimiento turístico se ha contraído un 76,4%, lo que tuvo como consecuencia una caída de la actividad de hoteles y restaurantes en un 55,8%, de acuerdo con datos de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP).
Con el anuncio de aperturas de exposiciones, seminarios, conferencias y foros por parte del Ministerio de Salud, se espera que el sector turismo pueda reabir para resumir sus operaciones y aportar a las arcas del estado para brindar muy necesitadas plazas de empleo.
Agencia FARO/Círculo Tradicionalista Nuestra Señora de la Asunción de Panamá