19. Había esperado Pío XI que la Fiesta de Cristo Rey se convirtiera en la proclamación universal de la dignidad regia y la majestad suprema del Verbo, rompiendo el silencio de los indiferentes y quebrando las injurias de los apóstatas, doblando el brazo a los soberbios soberanos temporales y animando a los católicos apocados. Pero, ¿qué pasa si, al desprecio de los poderes públicos, sigue el desmayo de los católicos?, ¿qué ocurre si su Iglesia abandona al Rey o lo olvida?
Las autoridades de la Iglesia no sólo han convertido la festividad de Cristo Rey en una ceremonia más, moviendo la fecha de su celebración y cambiando los textos de la Misa. Además, han silenciado que Cristo es Rey. En el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, redactado bajo Juan Pablo II en el año 2004, no se menciona si quiera una vez la Realeza de Jesucristo ni se cita la encíclica Quas Primas.
Juan Fernando Segovia, Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II