Tal y como se anunció en La Esperanza, el pasado sábado tuvo lugar la conferencia sobre el comunitarismo organizada por el Círculo de Lectura «Tradición». Fueron decenas los asistentes que se conectaron al aula virtual de la plataforma Zoom desde la península, Hispanoamérica —Méjico, Argentina, República Dominicana, Tejas, Perú, etc.— y también desde el Reino de Nápoles.
Karina Martínez Ramírez de Arellano, que organiza y coordina el Círculo, presentó al ponente principal de la conferencia: el Profesor Juan Fernando Segovia, del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II.
El profesor Juan Fernando Segovia realizó una exposición brillantísima partiendo de «la constitución comunitarista», que es el libro de Rod Dreher titulado La opción benedictina. En él se define al comunitarismo como «la opción que debemos hacer todos los cristianos si queremos mantener nuestra fe en esta hora de oscuridad».
El profesor retrató a los que piensan al estilo de Dreher —son los que creen que es posible la utopía de la Ciudad de Dios sin mezcla alguna de los que no son de Dios— haciendo antipolítica al buscar un espacio o un oasis no contaminado para vivir. A continuación, destacó cómo muchos de los consejos de Dreher para organizar esa política antipolítica —libraos de los smartphones, cultivad la jardinería, participad en mercados locales, comprometeos con los bomberos voluntarios— se asemejan bastante a los consejos que ha dado el Papa Francisco en su encíclica dedicada al cambio climático.
En un segundo momento don Juan Fernando describió cómo los grupos tradicionalistas que caen en la tentación del comunitarismo se concreta en una permanente voluntad de ser el partido disidente, el partido inconformista que quiere construir un castillo en el desierto y poblarlo según vayan naciendo las sucesivas generaciones, lo cual, y aquí citó al padre Juan Retamar «es un atentado contra la piedad política que nos obliga a conservar y acrecentar la herencia de nuestros mayores»
A continuación, expuso un claro diagnóstico relativo al comunitarismo tradicionalista: la tentación de construir lo puro a despecho de lo que existe es herética; «es el problema permanente de establecer lo inmaculado fuera del mundo putrefacto, es decir, de seleccionar ya a los elegidos y sacarlos del mundo»
El profesor Segovia concluyó de manera magistral, aportando, entre otros datos, varias citas del Apóstol san Pablo, al que definió como el «primer anticomunitarista católico», porque el comunitarismo no sólo atenta contra la naturaleza, sino también contra lo sobrenatural. En concreto, se refirió a: I Corintios 5, 10; Colosenses 4, 5 y II Tesalonicenses 3, 6. En definitiva, a todos los asistentes les quedó claro que el comunitarismo en los tradicionalistas es —además de antiapocalíptico, pues rechaza los sufrimientos que le han sido profetizados a la Iglesia− «la reducción de la religión a un sentimiento identitario compartido, vaciado de las verdades de fe vivida, de forma que queda convertida en un sistema exterior».
Durante el tiempo restante de la sesión Karina Martínez Ramírez de Arellano dio la palabra a Ana Morocho, del grupo de Margaritas, quien efectuó diversas reflexiones sobre el libro El despertar de la señorita Prim y sometió sus principales ejes temáticos a la consideración de los asistentes.
Después de una primera aproximación al significativo nombre de la aldea imaginaria de San Ireneo de Artois se estudió, con base en citas textuales del libro, esa comunidad de aquellos que no han podido hacerse un mundo a su medida, pero que se ha creado un pueblo. Otras cuestiones tratadas fueron los motivos alegados por los personajes para exiliarse y huir del mundo; la economía de la colonia; el sistema educativo propuesto –la educación en casa, verdadero banderín de enganche de la novela− la situación de las mujeres y su club feminista; el hilo conductor del libro −la belleza a la que queda reducida lo que se da en llamar en la novela como «la liturgia antigua»−. Antes de dar paso al turno de preguntas, hubo tiempo para un comentario sobre final sobre la opción benedictina u opción Benito a la que da pie la novela al situar el final de la acción del libro en Nursia, cuna de San Benito. La reflexión final versó sobre el contraste que supone la solución antipolítica propuesta por la comunidad frente a la Tradición de la Hispanidad.
Esta segunda exposición centrada en la novela terminó con una cita al Papa San Pío X: «la solución es la civilización cristiana, la ciudad católica, no se trata más que de instaurarla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques siempre nuevos de la utopía malsana de la revolución y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo».
Tras un animado turno de preguntas, Karina Martínez Ramírez de Arellano despidió al público congregado con palabras de agradecimiento y dando cita para futuras actividades del Círculo de Lectura «Tradición».
Agencia FARO, Margaritas Hispánicas
