La creación y destrucción del dinero en la Economía moderna (y III)

Sede central del Banco de Inglaterra, en la City de Londres

»P. Pero no hay duda acerca de que los bancos crean ese medio de cambio.– R. Eso es correcto. Eso es para lo que están.

»P. Eso es para lo que están, y eso es lo que hacen.– R. Sí, lo hacen.

»P. Y ellos emiten esa forma de medio de cambio cuando adquieren títulos o realizan préstamos.– R. Ése es el negocio bancario, justo del mismo modo que una planta de acero realiza acero». (Páginas 285-287).

«P. […] ¿Me dirá usted por qué un Gobierno con el poder de crear dinero debería entregar ese poder a un monopolio privado y, a continuación, pedir prestado aquello que el Parlamento puede crear por sí mismo, cargado de interés, hasta el punto de la bancarrota nacional, ya que, si no podemos financiar las cosas que son necesarias, eso significa que esta nación no puede hacer frente a sus obligaciones corrientes? Pero eliminaremos la cuestión de la bancarrota, y dejaremos la pregunta así: ¿Por qué debería un Gobierno con poder para crear dinero tomar prestado ese dinero a interés?.– R. […] Si el Parlamento quiere cambiar la forma de hacer funcionar al sistema bancario, entonces ciertamente eso está dentro de los poderes del Parlamento». (Página 394).

«P. Así pues, venimos al presente, y, en lo que a la guerra se refiere, para defender la integridad de la nación, no habrá dificultad alguna en elevar los medios de financiación, cualesquiera que puedan ser [las] necesidades.– R. El límite de las posibilidades depende de los hombres y los materiales.

»P. Hombres y materiales; y, allí donde se tiene una abundancia de hombres y materiales, no se tiene dificultad alguna, bajo nuestro actual sistema bancario, en extender los medios de cambio que sean necesarios para poner en marcha a los hombres y materiales en defensa del reino.– R. Eso es correcto». (Página 649).

«P. ¿Admitiría usted que cualquier cosa físicamente posible y deseable, puede hacerse financieramente posible?. R.– Ciertamente». (Página 771).

Finalmente, por si todas estas afirmaciones de 1939 pudieran parecernos algo lejanas, vamos a reproducir otras aserciones vertidas en un trabajo titulado «Creación de dinero en la Economía moderna», redactado por Michael McLeay, Amar Radla y Ryland Thomas (pertenecientes al Directorio de Análisis Monetario del Banco de Inglaterra), publicado en el primer número de 2014 del Boletín Trimestral del Banco de Inglaterra. En el resumen que aparece al principio del artículo dicen: «En la Economía moderna, la mayoría del dinero toma la forma de depósitos bancarios. Pero cómo se crean esos depósitos bancarios, es algo que se entiende mal: la principal vía es a través de la realización de préstamos por los bancos comerciales. Cada vez que un banco realiza un préstamo, simultáneamente crea un depósito equivalente en la cuenta bancaria del prestatario, creando así nuevo dinero. La realidad de cómo el dinero se crea hoy difiere de la descripción encontrada en algunos libros de texto de Economía: en lugar de recibir los bancos depósitos [que] los hogares ahorran y prestarlos a continuación, es más bien el préstamo bancario el que crea los depósitos». Y más adelante, en el cuerpo del artículo, subrayan: «Del mismo modo que la toma de un nuevo préstamo crea dinero, la devolución de préstamos bancarios destruye el dinero. […] La realización de préstamos por los bancos y la devolución de los mismos por los consumidores, son las vías más significativas por las cuales se crean y destruyen los depósitos bancarios en la Economía moderna. Pero están lejos de ser las únicas vías. La creación y destrucción de depósitos puede ocurrir también cada vez que el sector bancario (incluyendo el Banco Central) compra o vende activos [= títulos-valores] existentes a los consumidores, o, lo que es más frecuente, a las compañías o al Gobierno. La compra y venta de bonos del Gobierno es una vía particularmente importante en la que la adquisición o venta de activos existentes por los bancos crea y destruye dinero. Los bancos a menudo compran y mantienen bonos del Gobierno como parte de su cartera de activos líquidos […]. Las adquisiciones de activos por el Banco Central, conocido como Quantitative Easing (QE) [i. e. flexibilización cuantitativa], tiene similares implicaciones para la creación de dinero». Todo este asunto de la creación y destrucción del dinero, repetimos, es algo normalmente reconocido por los controladores del sistema: el problema está en la forma justa en que se debería crear y destruir ese dinero, es decir, al servicio de la comunidad política, y no (como ocurre hoy) al servicio de los financieros.

Félix M.ª Martín Antoniano