La tradicional cena de Cristo Rey, de los carlistas madrileños, ha tenido lugar –según la costumbre– en la víspera de la fiesta, el sábado 29 de octubre. Un número importante de correligionarios, incluidos dos sacerdotes amigos, respondieron a la convocatoria del Círculo Antonio Molle Lazo. Entre los asistentes pudimos ver –junto con numerosos jóvenes, que constituían la abrumadora mayoría– a los profesores Andrés y José Miguel Gambra, a Juan Manuel Rozas, a Eugenio de Dobrynine, y a buena parte de los dirigentes del carlismo madrileño.
A los postres, el historiador Eugenio Barrera, presidente del Círculo, saludó a los presentes y dio la palabra a los oradores. En primer lugar, la margarita Mónica Caruncho, alma de la Tienda Carlista e ilustradora de la revista PELAYOS, pronunció un brillante discurso que los lectores de LA ESPERANZA han podido gustar. A continuación habló el profesor Miguel Ayuso, presidente del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, quien centró su discurso en la figura de Alberto Ruiz de Galarreta Mocoroa, del que se cumple en este año 2022 el centenario de su nacimiento. El último carlista histórico, como le calificó, a él se debe la defensa constante de la unidad católica de España (contra la tibieza de los pseudo-carlistas, castrados por el clericalismo) y la promoción incansable de la cena de Cristo Rey. Como ha recordado en artículo reciente Félix María Martín Antoniano. Alberto Galarreta, organizador primero y luego asistente habitual a estas cenas, cumplió además significativamente durante su larga vida el voto de defensa de la unidad católica de España que hiciera el 24 de julio de 1964, junto a un importante grupo de jefes de requetés, con la intención de frenar la introducción de la libertad religiosa, que se temía triunfara en el II Concilio del Vaticano, que a la sazón se estaba desarrollando. Relanzando dicho juramento a partir de 1980, con un joven Miguel Ayuso a la cabeza.
Merecido recuerdo a una personalidad extraordinaria del Carlismo contemporáneo.
Agencia FARO
