Imprimiendo chuletones, gambas y beicon para proteger el planeta

Hace unos días, un diario local navarro publicaba una noticia preocupante, al menos para aquellos a los que aún les queda un poco de sentido común. Se trataba del éxito conseguido por una empresa local en la fabricación de alimentos (chuletón, beicon o gambas) 100% vegetales, por medio de una impresora 3D, por ahora única en el mundo. La empresa en cuestión está especializada en la biosíntesis alimentaria de alternativos cárnicos.

Merece la pena reseñar las palabras de uno de los responsables: «Nosotros estamos obsesionados con revolucionar la manera de alimentarnos, que además es consecuencia de una realidad: que no va a haber vacas para 10 mil millones de personas y que paralelamente se están incentivando políticas para la reducción de productos de origen animal».

Quizás esta noticia tenga algo que ver con la publicada hace varios meses sobre el interés de Bill Gates en que países desarrollados, como España, dejen de consumir carne animal. Para que nadie piense mal, su único interés es la ecología y su desinteresada lucha contra el cambio climático. Parece ser que en EE.UU. es pionero en la inversión de miles de dólares en empresas de carne artificial.

¿Las leyes sobre los derechos de los animales que también se están desarrollando, tendrán algo que ver con esto?

A la larga, la escena de Matrix, comiendo un chuletón artificial se queda corta con la distopía que pretenden que vivamos en unos años. Al contrario que en la película, en este caso el chuletón parece tener forma y sabor de chuletón, eso sí, totalmente vegano.

Belén Perfecto, Margaritas Hispánicas