La semana pasada, al igual que las anteriores, estuvo llena de noticias escandalosas casi a diario relativas al gobierno, muchas de ellas emanadas de declaraciones cuanto menos ridículas, sean estas del propio presidente o de alguno de sus allegados. Pero entre todas estas surgió una que parecía, por lo extravagante que era, una noticia falsa inventada por la oposición, a saber, que en la mesa de diálogo de La Habana se ha barajado la posibilidad de que el gobierno financie al E.L.N. para que, según el ministro de defensa Iván Velásquez, no realicen secuestros ni extorsionen a la población. Algo semejante a los pagos que un pobre comerciante le hace a los criminales que lo amenazan, o lo que popularmente se llama pagar vacuna.
Extraño como suena, se trata de una noticia real y que fue refrendada pocos días después por el presidente al sugerir la creación de un fondo internacional para tal fin, cosa que, como es lógico, despertó a partes iguales burlas e indignación.
La comparación con el pago de vacuna, una lamentable realidad propia de los barrios dominados por pandillas fue bastante común entre los críticos de esta propuesta tan absurda, incluyendo algunas figuras de la política nacional, empero, la comparación no es precisa por cuanto no estamos hablando de un pobre hombre que no puede hacer nada frente a un criminal que lo extorsiona. Estamos hablando del Estado. Esta es una aclaración de Perogrullo, pero tal parece que no lo es para la cabeza del actual gobierno.
Que se propongan tonterías de este calibre no hace sino dar la razón a quienes afirmaron que estamos ante un gobierno amigo de los terroristas y demás género de enemigos del pueblo. No obstante, para tranquilidad del colombiano de bien, es bastante probable que esta propuesta se quede en nada, tal y cómo ha sucedido con las reformas impulsadas desde la presidencia.
Agencia FARO, Círculo Tradicionalista Gaspar de Rodas
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